Baltasar Garzón accedió al Tribunal Supremo por la puerta principal, ya que es un privilegio que le concede su condición de juez, así como también le permite usar la toga con puñetas y sentarse en estrados al lado de su abogado. Allí escuchó las peticiones que planteó su defensor, Francisco Bocanegra, y que el tribunal rechazó en su mayoría, aunque accedió a oír, a puerta cerrada, algunas escuchas.

El presidente del tribunal, Joaquín Giménez, ordenó a Garzón "despojarse de la toga" al empezar su interrogatorio. También le ordenó permanecer de pie mientras le preguntaba su nombre y edad y le explicaba que po- día contestar o no a las preguntas que le iban a formular. Tras su declaración, Gar- zón se marchó a la Audiencia Nacional, donde fue recibido por el juez Andreu.