Manuel Fraga es el tercero de los siete ponentes encargados de redactar la Constitución de 1978 que ha fallecido, después Gabriel Cisneros y Jordi Solé Tura. El exministro del régimen franquista, exdiputado, exsenador y expresidente de la Xunta de Galicia, que ha muerto a los 89 años, era el mayor de todos ellos.

Fraga fue una de las siete personas elegidas para la redacción del anteproyecto de Constitución, en su caso en representación de Alianza Popular (AP), junto a los centristas Cisneros, José Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, el socialista Gregorio Peces-Barba, el comunista Solé Tura y el nacionalista catalán Miquel Roca.

De los siete ponentes, tres han fallecido en los últimos cuatro años. El primero fue Gabriel Cisneros, quien perdió la vida en julio de 2007 a la edad de 67 años. Representantes políticos de todos los colores lamentaron su muerte y el Congreso de los Diputados se encargó de instalar la capilla ardiente.

El Consejo de Ministros le concedió a título póstumo la Gran Cruz de la Orden de Carlos III --que se otorga a "ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la Nación"-- y recibió tanto la medalla de la Cámara Baja como la medalla de oro del Senado.

Jordi Solé Tura, nacido en Mollet del Vallés en 1930, falleció en Barcelona el 4 de diciembre de 2009, dos días antes del 31 aniversario de la Carta Magna. La capilla ardiente se instaló en el Palau de la Generalitat de Cataluña y el Gobierno que por entonces presidía José Montilla le concedió la Medalla de Oro a título póstumo.

A Solé Tura ya se le había concedido la Gran Cruz de la Orden de Carlos III con la que también se reconoció a Cisneros. Fue tras su salida del Gobierno socialista, en agosto de 1993, del que fue ministro de Cultura. En enero de 2001 el Consejo de Ministros le condecoró con la Gran Cruz del Mérito Civil.

Las más altas condecoraciones civiles

Manuel Fraga ya fue reconocido en vida con multitud de condecoraciones civiles, entre ellas con la Gran Cruz de Isabel la Católica, al igual que al resto de padres de la Constitución cuando terminaron con los trabajos de la Ponencia.

Además, también le fue concedida la Gran Cruz de Carlos III, la Gran Cruz y Collar del Mérito Civil, las grandes cruces del Mérito Naval, Militar y Aeronáutico, la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo así como la Medalla de Oro de Galicia, entre otras.

Su labor también fue reconocida con otras numerosas condecoraciones internacionales procedentes de Portugal, la Santa Sede y distintos países iberoamericanos, al tiempo que recibió muchos premios y reconocimientos académicos, tanto españoles como extranjeros.