Un grupo de piratas intentó durante la madrugada del miércoles abordar un barco que, en medio de la oscuridad, puede asemejarse a un carguero, y se encontró con una desagradable sorpresa. El barco no solo repelió el ataque, sino que detuvo a los piratas, porque se trataba de un buque de combate español desplazado a la zona precisamente para impedir los frecuentes ataques de piratería que se producen en el océano Indico, en aguas próximas a Somalia.

El buque de apoyo y combate Patiño , que forma parte de la operación Atalanta de la Unión Europea, arrestó a seis de los asaltantes y, según la versión de los piratas, mató a un séptimo, que fue arrojado por la borda por sus compañeros.

Según informó ayer el Ministerio de Defensa, alrededor de las 3.30 horas un esquife --embarcación ligera-- abrió fuego contra el Patiño, lo que provocó "la inmediata respuesta con armamento ligero del barco español", según señaló el ministerio en un comunicado. Pese a ello, los piratas siguieron disparando contra el barco, lo que provocó que los infantes de marina españoles respondieran con armamento de mayor calibre, "fuego de neutralización en autodefensa", en la terminología de la Armada. Ante esta contundencia, el esquife se dio a la fuga, por lo que un helicóptero embarcado en el propio buque les persiguió, hasta detener a los asaltantes.

CINCO HERIDOS Durante su huida, los piratas arrojaron al mar diverso armamento, varios bultos y una escala. El esquife se detuvo finalmente después de que el helicóptero se lo ordenase por megafonía y le lanzase fuego de advertencia. Cinco de los seis piratas detenidos están heridos y tres de ellos han sido ingresados en el hospital que hay en el buque de la Armada española; un par con heridas en las piernas y otro, con una brecha en la cabeza.