Aunque por el momento aguanta las presiones que le llueven de la Unión Europea y los mercados para que haga públicas de inmediato las medidas que piensa adoptar, Mariano Rajoy ha dado ya pasos con discreción. Tanto él como algunos de sus colaboradores han transmitido en Europa mensajes para infundir "confianza" en sus planes y en el cumplimiento de los compromisos adquiridos, en especial los que atañen al déficit.

Rajoy tiene muy presente el informe que, en plena campaña electoral, difundió la Comisión Europea augurando que España sobrepasará al menos en seis décimas el objetivo de déficit previsto para el 2011, que es del 6%, como consecuencia de la caída de actividad y del ingente gasto de las autonomías. El Ejecutivo comunitario dudaba también sobre las posibilidades de cumplir en el 2012, ya bajo mandato del PP. Este último punto es el que más preocupa al próximo presidente del Gobierno, que quiere convencer a la UE de que el enorme poder que acumula su partido en todas las administraciones, incluidas las autonomías, es garantía de que podrá imponer la austeridad en tiempo récord y sin rebeliones.

Rajoy pretende tener un gesto con la UE haciendo que el proyecto de estabilidad presupuestaria, con techo de gasto y de deuda para el conjunto del Estado, sea la primera medida que apruebe su Consejo de Ministros, previsiblemente el 23 de diciembre. Y está decidido a aprobar en unos meses un proyecto de austeridad y calidad del gasto para la Administración central y un plan de coordinación para comunidades y ayuntamientos.

VISITAS DESTACADAS "Esto no va a ser fácil", repitió en los días previos al 20N un Rajoy que sentía el vértigo de quien se veía ganador. Ahora, con la victoria certificada en las urnas, el presidente electo permanece encerrado en su despacho recibiendo visitas (Rodrigo Rato, Isidro Fainé y otros banqueros) y preparando papeles, además de pensando en los primeros ajustes que tendrá que hacer, antes de que acabe el año, a unos presupuestos prorrogados y los recortes que deberá introducir en los del 2012. Estos asuntos salieron a colación en su reunión con José Luis Rodríguez Zapatero, que aprovechará el traspaso de poderes para informar a su sucesor de las previsiones de déficit y de ingresos para el conjunto del ejercicio. Cuando tenga esas cifras "realistas" en

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