El ministro portavoz, José Blanco, ha asegurado que el Gobierno, mientras esté en funciones, no "prevé tomar ninguna medida urgente" que sea "necesario acordar por su trascendencia" con el Ejecutivo que salga elegido en las urnas el próximo domingo, pese a las tensiones en los mercados y a las peticiones desde Bruselas para que España tome más medidas.

José Luis Rodríguez Zapatero no adoptará por tanto ninguna decisión "urgente", pero sí dialogará con el candidato elegido por mayoría el 20-N porque, según ha explicado Blanco, hay una norma "no escrita" que indica que si los comicios otorgan a un partido una preeminencia clara "lo normal" es dialogar con esa mayoría. "Y este Gobierno lo que va a hacer es lo normal", ha reiterado.

Blanco ha tenido que responder a varias preguntas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre si, dadas las presiones sobre la deuda española, el Ejecutivo podría acelerar la constitución del nuevo Gobierno con el fin de que los mercados no perciban un vacío de poder que dificulte aún más la capacidad de financiación pública.

Blanco ha rechazado que se pise el acelerador con el argumento de que "no se pueden alterar los plazos fijados" por el decreto de convocatoria de elecciones, en el que ya se estableció el periodo "más corto que permite la ley" para la constitución de las nuevas Cortes. Dicho decreto fija el 13 de diciembre para realizar este trámite y a partir de ahí comienzan las consultas para elegir al nuevo presidente, de tal forma que si hay una mayoría clara, a finales de diciembre habrá un nuevo Gobierno. "En democracia hay que respetar los tiempos de la democracia", ha sentenciado el portavoz.

El ministro ha cometido no obstante un lapsus y por un momento ha dado por bueno el pronóstico de todas las encuestas, que vaticinan Mariano Rajoy será el nuevo presidente del Gobierno.