José Luis Rodríguez Zapatero salió ayer del Congreso de los Diputados "entusiasmado". Según fuentes de su entorno, el jefe del Ejecutivo está muy satisfecho de cómo ha respondido el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la ofensiva del partido de Mariano Rajoy a cuenta de las actas de ETA y el caso Faisán. Zapatero ha transmitido a sus colaboradores que considera que el PP "está ayudando a que Rubalcaba sea un líder" porque le está dando la oportunidad de mostrar su faceta de "hombre de Estado", al tratar de salvaguardar la unidad en la política antiterrorista.

En estas semanas en las que es imposible hablar con cualquier persona del PSOE y del Gobierno sin que salga a colación la palabra sucesión, la suspicacia era fácil. Sin embargo, esas mismas fuentes del entorno del presidente quisieron distinguir los dos asuntos e hicieron hincapié en que Zapatero elogió ayer a su número dos porque ha conseguido "entusiasmar" al grupo socialista en la Cámara baja, además de al propio Ejecutivo, con sus respuestas al diputado popular Ignacio Gil Lázaro por el caso Faisán y con su gestión de las consecuencias de la publicación de las supuestas actas de los encuentros con ETA del 2006. El jefe del Ejecutivo cree que el vicepresidente ha logrado que la estrategia conservadora tenga incluso un "efecto bumerán".

En cualquier caso, el PP va a seguir adelante con su plan para torpedear a Rubalcaba, el mismo político del que el popular Federico Trillo, responsable de Interior en el partido, recibe de forma habitual información delicada sobre estrategia antiterrorista. Fuentes de la dirección conservadora no descartan que, dependiendo de la evolución del caso Faisán, las preguntas parlamentarias sobre el supuesto chivatazo a la banda alcancen también a Zapatero. "Pero la verdad es que poniendo el foco en Rubalcaba se hace un dos por uno, porque es la mano derecha del presidente y quién sabe...", añaden las mismas fuentes. ¿Y es compatible aferrarse a las actas de ETA sobre el proceso de paz para atacar al Ejecutivo con mantener el pacto antiterrorista que se reeditó en el 2008? "Sí", responde sin titubear uno de los colaboradores de Rajoy, que apunta que, en estos momentos, solo la legalización de Sortu, la nueva marca de la izquierda aberzale, por una dejación del Gabinete socialista podría quebrar oficialmente el acuerdo. Salvo que Rubalcaba se harte y sea él quien decida romper la baraja (opción que de momento no contempla, según su entorno).

PLAN DE EROSION Los populares van a aprovechar los actos de precampaña, además de las sesiones de control en el Parlamento, para continuar con su erosión del vicepresidente. Hasta el propio Rajoy se saltó el martes, tras publicarse las actas, su regla de aparcar en los mítines las cuestiones que afectan a ETA para arremeter contra Rubalcaba, al que acusó de sobrepasar la legalidad y faltar a la verdad. "Los españoles merecen un Gobierno que no les mienta", dijo en Marbella el líder del PP, copiando la frase que el propio Rubalcaba dedicó al Ejecutivo de Aznar tras los atentados del 11-M, en vísperas de las elecciones generales del 2004.

Pero el atrevimiento de Rajoy puede salirle caro, dado que un sector de su partido (el más duro) se ha animado a hacer oposición sin freno en el área de la lucha contra el terrorismo, una estrategia que el Partido Popular ya probó en la anterior legislatura y que no recibió el aval de las urnas en el 2008.