"Secuestrarle y ejecutarle" es lo que pretendía el comando Vizcaya con el concejal del PSE de Eibar Benjamín Atutxa, según la confesión de su ex jefe, Arkaitz Goikoetxea, al juez Baltasar Garzón, que fue grabada en vídeo por la Guardia Civil. La cinta, en la que el etarra admite que no hubo "posibilidades de hacerlo", se exhibió ayer en el juicio a siete presuntos miembros y colaboradores del comando Vizcaya en Audiencia Nacional y muestra cómo el terrorista conduce a los agentes del instituto armado a un zulo en Pazuengos (La Rioja), el 24 de julio del 2008.

Durante casi dos horas, el magistrado, acompañado de la fiscal Dolores Delgado, interrogó al detenido mientras los agentes vaciaban el contenido del escondite: una mochila, diversas bolsas con hasta 125 kilos de polvo de aluminio, nitrometano, nitrato amónico y pentrita.

También se hallaron cuatro juegos de matrículas falsas, abundante munición de nueve milímetros, cordón detonante, detonadores, temporizadores y otras herramientas para la confección de artefactos explosivos, además de jeringuillas y ampollas de tranquilizantes.

"¿Y para qué era esto?", le pregunta Garzón en el vídeo. "Para tranquilizar", responde Goikoetxea, que segundos más tarde reconoce ante Garzón que el comando tenía previsto secuestrar al edil socialista en Eibar.

"¿Cuál era la idea?", continúa Garzón, a lo que Goikoetxea responde: "Secuestrarle y ejecutarle" bajo las instrucciones del entonces jefe de ETA, Garikoitz Azpiazu, Txeroki. Finalmente, el etarra explica que no secuestraron a Atutxa porque tenía escolta.