Todo está en el aire tras la reñida votación en la sala del Tribunal Supremo (TS) que por nueve votos a siete se opuso a la inscripción de Sortu en el registro de partidos por suceder a Batasuna. Fuentes jurídicas sostienen que la división en el Supremo podría obligar al Constitucional (TC) a acortar los plazos para resolver la demanda de la nueva marca antes de las elecciones de mayo.

Fuentes jurídicas confirmaron ayer que los jueces disidentes se decantaron por apoyar la legalización de Sortu por entender que los estatutos de la nueva marca "son pluscuamperfectos". Estos magistrados --que previsiblemente firmarán un voto particular conjunto aunque solo tres anunciaron formalmente su discrepancia-- alegaron que querían evitar un fallo del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que avale las tesis de Sortu. Entre los magistrados discrepantes figuran los presidentes de la sala primera, tercera y cuarta del alto tribunal, Juan Antonio Xiol, José Manuel Siera y Gonzalo Moliner. También votaron en contra los jueces José Luis Calvo, Jorge Alberto Barreiro, Rafael Gimeno Bayón y Manuel Ramón Alarcón.

El alto tribunal tiene previsto notificar su resolución la próxima semana con los votos particulares. A partir de este momento, puede comenzar otra carrera contra reloj si Sortu acude inmediatamente al Constitucional. Fuentes jurídicas admitieron ayer que el TC puede acortar los plazos para dictar una sentencia antes del 18 de abril, día en que se proclaman las candidaturas que concurrirán a las elecciones del 22 de mayo o mantener su calendario y dictar sentencia dentro de unos meses.

PLANES ALTERNATIVOS Fuentes de la izquierda aberzale no quisieron ayer adelantar los pasos a dar. Este fin de semana tomarán una decisión, aunque ya tienen muy adelantados sus planes para concurrir bajo agrupaciones electorales o infiltrándose, por ejemplo, en las listas de Eusko Alkartasuna (EA). Unos planes que serán, previsiblemente, tumbados por la sala especial del alto tribunal.