Visto para sentencia. Los 16 magistrados de la Sala Especial del Artículo 61 del Tribunal Supremo (TS) comienzan hoy a deliberar sobre la suerte de Sortu tras escuchar ayer los alegatos del abogado del Estado y la fiscalía --pidieron la ilegalización-- y los de la defensa del nuevo partido, que aseguró que "no hay vuelta atrás" en la ruptura con ETA.

Las deliberaciones se pueden prolongar durante varios días, aunque está previsto que los jueces adelanten el fallo en cuanto alcancen un acuerdo. Fuentes jurídicas sostienen que lo más probable es que el alto tribunal rechace la inscripción de Sortu en el registro de partidos aunque, en esta ocasión, es probable que se rompa la tradicional unanimidad y algunos magistrados presenten votos particulares.

CREDIBILIDAD En la segunda y última sesión de la vista, la Abogacía y la Fiscalía del Estado defendieron la ilegalización de Sortu. El abogado jefe, Manuel Rivero, argumentó que "no es creíble la ruptura" con ETA porque la banda ha aplaudido el nacimiento de la nueva marca. También puso en duda que ese proceso de ruptura se haya hecho "en pocos meses, sin escisiones, sin una voz en contra y con el apoyo en bloque de la izquierda aberzale".

Asimismo, acusó a Sortu de "querer aparentar que ha cambiado", pero sostuvo que "forma parte del mismo complejo". Y añadió que ETA ha prohibido al nuevo partido condenar a la banda. También recordó que, mientras que estuvo en las instituciones, la ilegalizada Batasuna "no alzó la voz" cuando ETA asesinó a 676 personas.

El fiscal jefe, Antonio Narváez, aseguró, por su parte, que existe un paralelismo entre Batasuna y ETA. "Cuando está en vigor el alto el fuego, la lucha política se acrecienta. Cuando no hay alto el fuego, la actividad política decrece", afirmó.

Por el contrario, el abogado Iñigo Iruin, defensor de Sortu, aseguró que el nuevo partido "no es la pantalla de nada ni de nadie". "Si la tregua se rompe, ya no hay vuelta atrás. ETA hará lo que quiera, pero los cargos de Sortu están comprometidos en contra de la violencia", añadió. También aseguró que "ya no cabe que ETA cometa un atentado y un cargo de Sortu trate de legitimarlo porque si lo hace será expulsado del partido".

COMPROMISO Por todo ello, solicitó a los magistrados una "legalización vigilada", habida cuenta de que "son miles los ciudadanos que están siendo controlados por pertenecer a la izquierda aberzale". Y que el Estado se ha dotado de "un sistema potente" para impedir actos ilegales. También rechazó que la legalización del partido "ponga en peligro" la democracia.