Una cuestión de sinceridad. Este es el debate que, a juicio del letrado de Sortu, Iñigo Iruin, se dirime en la vista que celebra el Tribunal Supremo para acordar si acepta o no legalizar a este nuevo partido de la izquierda aberzale. En la sesión de ayer comparecieron dos policías y dos guardias civiles que defendieron la tesis del abogado del Estado y de la fiscalía, es decir, Sortu surge "para relegalizar" a Batasuna y ETA no tiene intención de desaparecer.

Un comisario experto en la lucha antiterrorista con 29 años de experiencia explicó que en el nuevo partido están "las mismas personas" que en las anteriores intentonas de ETA para mantener su presencia en las instituciones. También afirmó que la nueva formación ha recibido el plácet de la dirección de la banda armada. Y aseguró que la organización terrorista ha decretado una nueva tregua por la presión policial y no porque Batasuna la haya convencido.

RECHAZO A LA VIOLENCIA No obstante, este testigo admitió que la principal novedad entre Sortu y las otras iniciativas de la izquierda aberzale es el rechazo a la violencia, pero matizó que este compromiso responde a una "evaluación utilitarista", ya que realiza esta afirmación porque ha constatado que la actividad de ETA le perjudica.

Tras este minucioso interrogatorio, que se prolongó durante casi dos horas, el fiscal jefe renunció al resto de los testigos de este cuerpo y comenzó la declaración de los guardias civiles.

Los agentes de la Benemérita ratificaron la versión de sus colegas de la policía. Y reiteraron que para ETA es importante estar en las elecciones municipales para, "desde dentro del poder, gestionar a su libre albedrío el poder que les da estar en las instituciones", explicó. También insistieron en que ETA no tiene intención de abandonar las armas. "No se va a disolver", dijeron. Y revelaron que las últimas operaciones han permitido descubrir "planes de futuro".

EL OBJETO DEL PROCESO Estos testigos superaron con éxito los intensos interrogatorios a que fueron sometidos por los letrados de Sortu, Iñigo Iruin y Adolfo Araiz. Y es que, según Iruin, este proceso es un juicio de intenciones en los que está en juego la credibilidad de la nueva formación. Por ello, explicó que había renunciado a proponer a testigos, ya que la discusión se centra en documentos que "son interpretables".

La vista quedará hoy vista para sentencia tras los alegatos del abogado del Estado, Manuel Rivero, el fiscal jefe, Antonio Narváez, y los abogados de Sortu. Después, los magistrados de la sala especial del artículo 61 comenzarán a deliberar. En principio está previsto que los magistrados mantengan sus debates hasta el miércoles y luego redacten la sentencia, que harán pública previsiblemente a principios de la próxima semana.