El contingente militar español que participa en la coalición internacional que ha de frenar el ansia genocida de Muamar el Gadafi no está en primera línea de fuego y ataque, pero los cuatro cazabombarderos F-18 que desde el sábado por la noche están listos y a la espera de órdenes para intervenir, podrán abrir fuego y derribar cualquier avión o helicóptero que viole la prohibición de sobrevolar Libia, incluso si se topan con dificultades en sus misiones de patrulla aérea. Así lo confirmó ayer tarde el jefe del mando de operaciones del Estado Mayor de la Defensa (Cmops), el teniente general Jaime Domínguez Buj, durante una rueda de prensa.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, presidió ayer tarde la segunda reunión del Estado Mayor de la Defensa, que analiza el desarrollo del despliegue de las Fuerzas Armadas en la misión internacional de Libia. Un despliegue que Buj definió como uno de los más "importantes" de los últimos años en cuanto al número de militares movilizados, 500 entre la Armada y el Ejército del Aire, en poco más de 48 horas, y por los medios desplazados.

REGLAS DE ENFRENTAMIENTO El jefe del mando de operaciones fue breve y contestó a las preguntas que pudo. Por ejemplo, aseguró que eran materia "reservada y confidencial" las ROE, las reglas de enfrentamiento, que definen el protocolo que, por ejemplo, seguirían los pilotos de los cazabombarderos en caso de cruzarse con una aeronave libia que incumpla el mandato de la ONU. "Como entenderá no voy a proporcionar información que dé ventaja al enemigo", aseguró el teniente general. Domínguez Buj es un mando militar bregado en lidiar con periodistas, y ya le tocó comparecer ante los medios durante la misión para liberar el pesquero Alakrana .

El sábado, los F-18 despegaron de Torrejón de Ardoz equipados solo con misiles aire-aire, de medio alcance AMRAAM, y de corto alcance Sidewinder. El destacamento de los cazabombarderos incluye a la Escuadrilla de Apoyo al Despliegue Aéreo, que ya se encuentra en la base italiana de Decimomannu, al sur de la isla de Cerdeña. Su destino inicial era Trapani, al oeste de Sicilia, pero el creciente overbooking en las bases cedidas por Italia obligó a buscar, en vuelo, un nuevo alojamiento más lejano al teatro de operaciones.

El teniente general no quiso valorar el desarrollo de la misión y recordó que esta se coordina desde el mando estadounidense para Africa, el Africom, con sede en Stuttgart (Alemania) y bajo el mando del general William Ward. "Ellos son los que dirigen y realizan todas las valoraciones", puntualizó.

FRAGATA Y SUBMARINO El resto del contingente militar que todavía está en España, la fragata Méndez Núñez , el submarino Tramontana y el avión de patrulla marítima CN-235, están a la espera de que la OTAN, responsable de la misión del embargo que ya lleva varias semanas en vigor, redefina el despliegue y dé la orden de zarpar hacia Libia. La resolución de la ONU permite desde el jueves abordar a los buques sospechosos de suministrar armamento o mercenarios a los afines a Gadafi. La fragata de la serie F-100 Méndez Núñez está equipada con el sistema de combate Aegis, cuyo radar SPY-1D es capaz de controlar el espacio aéreo de toda la costa libia.

Se desconoce la duración de la misión Odisea al amanecer, la primera guerra de este siglo en el norte de Africa. José Luis Rodríguez Zapatero defenderá en su comparecencia de hoy en el Congreso que la previsión es que sea breve ante la aplastante supremacía militar de la coalición internacional y el debilitado estado del Ejército libio. Zapatero recordará que no se trata de una invasión sino de frenar un genocidio y de dar ventaja a los rebeldes que, como ya dijo el sábado en París, luchan por la democracia y la libertad. Tras dar el pistoletazo de salida a los bombardeos, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo: "El porvenir de Libia pertenece a los libios. No podemos decidir en su lugar. El combate que ellos mantienen por su libertad es suyo". Cuando se silencien las bombas, los rebeldes tendrán la palabra.