Mariano Rajoy sugirió ayer en Bilbao que no está por abrir frentes con el Ejecutivo central en materia antiterrorista ahora que estamos en la "recta final" de ETA. Sin embargo, Rajoy marcó los principios que deben guiar el camino a seguir hasta conseguir la meta y, entre ellos, subrayó la obligación de impedir que las "franquicias" de la organización terrorista se presenten a las elecciones mientras la banda exista.

Fijada la línea roja en vísperas de que el Tribunal Supremo (TS) inicie, mañana, las deliberaciones sobre la legalización de Sortu, el líder del PP animó indirectamente al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a hacer "pedagogía" contra la presencia de la nueva marca aberzale en los próximos comicios del 22-M. El dirigente de los conservadores justificó incluso ese llamamiento al afirmar que la exigencia de su partido político para que no se negocie con los terroristas y para que se vete a la izquierda radical en las elecciones municipales "no es porque sí", sino porque los populares están totalmente convencidos de que esa es "la mejor fórmula" que existe para acabar de una vez por todas con ETA y con todos sus apoyos.

SIN CRITICAS A OTROS PARTIDOS Rajoy, que cerró el homenaje a los 24 representantes políticos de UCD, AP y PP asesinados por la banda, evitó cualquier referencia crítica a otros partidos. Más bien al contrario: agradeció la presencia en el acto, organizado por la Fundación Popular de Estudios Vascos, de miembros de otras fuerzas políticas, entre ellas el PNV --que envió a dos cargos de las Juntas Generales de Vizcaya sin relevancia mediática-- y el PSE, así como del Ejecutivo y del Parlamento vascos.

Con un discurso cercano a los sentimientos de las víctimas del terrorismo y en el que prometió, una vez más, que su partido "siempre" estará con ellas, Rajoy asumió como tarea colectiva el terreno ganado a la violencia. "Hemos avanzado todos mucho en la lucha contra el terrorismo", recalcó en este sentido el líder conservador.

Tampoco el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, quiso incidir en las diferencias mantenidas a lo largo de esta semana con los socialistas vascos respecto al futuro político de Sortu, discrepancias que motivaron el primer tambaleo serio del pacto PSE-PP. En este sentido, Basagoiti se limitó a subrayar que no es momento para confundir "la esperanza de la derrota con espejismos interesados".

NOTA DURA El mensaje duro de la jornada lo puso Carmen Hernández, viuda del concejal de Durango Jesús Mari Pedrosa, al decir que las víctimas quieren "a la gente mala fuera del sistema". Asimismo, Hernández subrayó que no vale un "borrón y cuenta nueva" con los terroristas, ya que el futuro debe construirse a partir de la memoria de tantos años de "ignominia".