Al menos 250 españoles han solicitado una plaza en el vuelo chárter contratado por el Gobierno español para facilitar la salida a aquellos que deseen abandonar Japón tras el terremoto del día 11 y la posterior crisis nuclear de Fukushima. La aeronave, un Boeing 747 con capacidad para más de 400 personas, despegará mañana, domingo, a las 21.00 hora local (12.00 GMT) del aeropuerto Tokio-Narita, según informaron a Efe fuentes de la embajada de España en Japón. Los 250 solicitantes, la mayoría residentes en Japón, deberán estar a las 17.00 hora local (08.00 GMT) del domingo en la Terminal 2 zona F del aeropuerto de Narita-Tokio para el proceso de identificación y embarque. El vuelo, de carácter gratuito, se dirigirá a España vía Bangkok (Tailandia) y aquellos que tengan problemas con la documentación, como un pasaporte vencido, recibirán un salvoconducto. La Embajada contempla además la posibilidad de que al vuelo se unan ciudadanos de otros países de la Unión Europea si quedan plazas sin ocupar, indicaron fuentes de la legación española. El Gobierno español ha intentado con esta operación facilitar la salida de sus ciudadanos que desean abandonar Japón por miedo a la crisis nuclear en la central de Fukushima Daiichi, unos 250 kilómetros al norte de Tokio, añadieron las fuentes. El número de españoles que ha decidido dejar Japón en este avión tras el terremoto del 11 de marzo y el accidente nuclear de Fukushima es relativamente bajo en relación a los algo más de 1.800 que están registrados como residentes en el país asiático. El Gobierno español recomendó el jueves a sus ciudadanos que no se acerquen a menos de 120 kilómetros de la central nuclear de Fukushima Daiichi e indicó que pondría a su disposición plazas de avión para abandonar el país ante la dificultad de tomar vuelos comerciales. No obstante, ni España ni otros países como Estados Unidos o Reino Unido consideran que la radiación sea perjudicial para la salud de los residentes en Tokio. Japón ha fijado un perímetro de evacuación de 20 kilómetros alrededor de la central de Fukushima, mientras que ha pedido a los residentes a menos de 30 kilómetros de la planta que no salgan de sus casas.