Alguna lección debieron aprender los partidos de la oposición, especialmente el PP, de la polémica que siguió a la liberación del pesquero Alakrana porque ayer no formularon crítica alguna sobre el supuesto pago de un rescate por parte del Gobierno. Diez minutos antes de que José Luis Rodríguez Zapatero anunciara oficialmente la liberación de los cooperantes, el líder de los conservadores, Mariano Rajoy, se apresuró a expresar "su alegría" a través de una nota en la que no hacía ni un solo reproche al Ejecutivo, aunque tampoco ningún elogio. Lo que no se olvidó de mencionar fue el apoyo que su partido "ha ofrecido a las gestiones del Gobierno a lo largo del criminal cautiverio de casi nueve meses".

Del dinero pagado o del canje por el preso salafista ni una palabra, lo que contrasta con las duras críticas al Ejecutivo lanzadas inmediatamente después de la liberación del pesquero vasco. Críticas que los conservadores llevaron incluso a la comisión de secretos oficiales del Congreso de los Diputados, donde exigieron conocer todos los detalles.

BALA EN LA RECAMARA También es posible que los populares guarden la bala en la recámara, a la espera del momento más oportuno. En este sentido, la candidata conservadora a la presidencia de la Generalitat catalana, Alicia Sánchez-Camacho, señaló que "no hay que entrar ahora a hablar si se tenía que haber pagado rescate o no".

Tras la liberación en marzo de Alicia Gámez, el PP advirtió de que tomaba "buena nota" de la afirmación de que no se había pagado rescate y que se reservaba la exigencia de explicaciones cuando Roque Pascual y Albert Vilalta estuvieran en casa.

El resto de los partidos expresaron también su alegría, y no escatimaron elogios al Ejecutivo. El más explícito fue el portavoz de CiU en el Congreso, José Antonio Duran Lleida, que "valoró todo el proceso conducido por el Gobierno" y especialmente "la discreción" que ha imperado.

El PSOE aprovechó su comunicado para felicitar al Ejecutivo "por el duro y constante trabajo realizado con prudencia y discreción" y para elogiar a la oenegé Barcelona Acció Solidària por "su gran trabajo por las personas desfavorecidas". Por su parte, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, agradeció públicamente a los servicios de inteligencia marroquíes su "colaboración" para conseguir la liberación de los cooperantes españoles. Rubalcaba, que se abstuvo de proporcionar detalles sobre la liberación, destacó que el Gobierno tenía "un objetivo, que era que volviesen sanos y salvos, y se ha cumplido", y añadió que "hemos hecho lo que creo que teníamos que hacer".

El PP intentó convertir la gestión del rapto del Alakrana en una batalla política, pero el resultado de las crisis tras los raptos en el extranjero --todos los rehenes han sido liberados-- le pondrá difícil repetirlo.