Las crisis entre España y Marruecos se sabe cómo empiezan pero no cómo terminan. La anterior comenzó con la no renovación del acuerdo pesquero, y acabó con el conato bélico del islote del Perejil. "Hace 24 horas que el secretario de Estado está ocupado con un islote que apenas podemos localizar en el mapa", le espetó en el 2002 Colin Powell a la entonces ministra Ana Palacio. Por eso, el Gobierno intenta evitar que la tensión en Melilla se dispare.