El Gobierno también tiene en su lista de asignaturas pendientes la ley de reforma electoral. Según fuentes de la Moncloa, la modificación de la norma pretende reducir los gastos de las campañas y definir mejor el voto presencial en los consulados, que resulta determinante en los comicios municipales de autonomías como Galicia y Canarias.

IU también quería modificar la proporcionalidad de la representación prescindiendo de la ley D´Hont, por la que se reparten matemáticamente los escaños, ya que este sistema beneficia a los dos partidos principales, el PP y el PSOE, y a las fuerzas nacionalistas. No parece que vaya a ser así por una falta de acuerdo.