La Audiencia Nacional ha confirmado el ingreso en prisión del etarra Mikel Ibáñez Oteiza, que, por motivos de salud, cumplía en su domicilio una condena de 27 años de cárcel por colaborar en el asesinato de Francisco Javier Zabaleta en 1988, al considerar que "ya no es una persona postrada por la enfermedad".

Así lo ha acordado la sala de vacaciones, formada por el presidente de la sección segunda de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional Fernando García Nicolás y los magistrados de lo contencioso-administrativo José Luis Gil y Elisa Veiga, en un auto dictado hoy que desestima los recursos presentados por la defensa del etarra contra su ingreso en prisión.

La sala ordena a los servicios penitenciarios que velen por la salud del condenado, "dándole especial atención médica y trasladándole al centro hospitalario y a las consultas externas precisas para su tratamiento y salud", unos traslados que el tribunal autoriza "sin necesidad de petición concreta" pero con la "debida vigilancia policial".

Para los magistrados, las providencias dictadas por la sección segunda de la sala de lo penal "aciertan" al ordenar el ingreso en prisión de Ibañez Oteiza para que cumpla ahí la pena impuesta y no "atenuada" en su domicilio, como estaba haciendo desde que el pasado abril el Tribunal Supremo confirmó la condena impuesta por la Audiencia Nacional en mayo del 2009, porque no se aprecian "razones médicas que justifiquen el no ingreso en prisión".

PETICIÓN PARA PASEAR FUERA DE CASA

El auto, contra el que no cabe recurso, destaca que el informe pericial en el que la sala ha basado su decisión "evidencia la normalización de la vida del condenado, que ya no es una persona postrada por la enfermedad". El etarra había pedido permiso para realizar paseos alrededor de su casa por considerar que era "bueno para su salud". Según la sala, la autorización de paseos fuera de su casa podía ser sustituida por la utilización de una cinta deslizante en su domicilio, pero también evidencia que está lo suficientemente recuperado para volver a la prisión.

La Audiencia Nacional condenó en mayo del 2009 a Ibáñez Oteiza por facilitar a los tres miembros del comando Eibar que llevaron a cabo el asesinato información sobre las costumbres y horarios de Zabaleta, una sentencia que fue confirmada por el Tribunal Supremo el pasado abril. Después de los hechos, Ibáñez Oteiza huyó a Uruguay, desde donde fue extraditado en 1994 por otra causa de la que fue absuelto y finalmente fue entregado a España en el 2008 por Francia.