En caída libre y sin atisbos de recuperación. El diagnóstico no se refiere en esta ocasión a la evolución de la economía española, sino a las perspectivas electorales del partido del Gobierno. El anuncio del plan de ajuste para reducir el déficit --el tijeretazo en el árbol de las políticas y las prestaciones sociales-- ha añadido más plomo a las alas de un PSOE que experimenta un descenso demoscópico sostenido desde el mes de febrero del año pasado. El desplome es de tal magnitud que el PP no necesita ampliar lo más mínimo su base electoral para situarse en el umbral de la mayoría absoluta. Según el Barómetro de España elaborado para los diarios de Grupo Zeta por Gesos, de celebrarse ahora elecciones generales, los populares obtendrían entre 173 y 176 diputados (de un total de 350), mientras que los socialistas se quedarían con entre 131 y 134. Más de 40 escaños de diferencia.

En la estimación de voto, el sondeo otorga al PP un 42% de los sufragios. Es exactamente el mismo porcentaje que le atribuyó el Barómetro realizado en diciembre del 2009 (y tres décimas menos que el que los populares alcanzaron hace exactamente un año). Sin embargo, con solo mantenerse, el partido de Mariano Rajoy logra multiplicar el número de diputados gracias al batacazo de los socialistas, que apenas llegan en esta ocasión al 34% de apoyo. El PSOE ha perdido 9,6 puntos desde las elecciones legislativas del 2008.

LA FACTURA DEL PLAN Los resultados del sondeo revelan la elevada factura electoral que el tijeretazo del Gobierno puede pasar a José Luis Rodríguez Zapatero. El Barómetro ha sido elaborado a partir de encuestas realizadas entre el 17 y el 21 de mayo. En esta última fecha, el Ejecutivo aprobó el decreto con las medidas del plan de ajuste, que habían sido anunciadas 10 días antes: rebaja en el sueldo de los funcionarios, supresión del cheque-bebé, reducción del gasto farmacéutico, congelación de las pensiones...

Del descenso del PSOE no solo se beneficia el PP; también los partidos con menor representación en el Congreso ven mejorar sus expectativas. Uno de los casos más llamativos es el de IU e ICV (el Barómetro las agrupa en una sola marca), que se disparan hasta cosechar el 6,4% de los votos, lo que les permitiría ocupar entre 10 y 11 asientos en el Congreso (ahora solo tienen dos). El partido de Rosa Díez, UPD, consigue un apoyo del 5%, lo que consolida su expectativa de llegar a los cinco diputados.