El juez del Tribunal Supremo (TS) Luciano Varela torpedeó ayer la pretensión de Baltasar Garzón de trabajar como asesor del fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno Ocampo. El magistrado decidió que su colega debe ser juzgado por prevaricación por investigar los crímenes de la guerra civil y la dictadura. Poco después, siete vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) forzaron un pleno extraordinario, convocado para mañana, para suspender al togado de la Audiencia Nacional.

Varela comunicó su decisión a primera hora de la mañana y pidió al presidente de la sala penal, Juan Saavedra, que se la comunicara oficialmente al CGPJ. El auto de apertura de juicio oral llegó al órgano de gobierno de los jueces hacia las 11.30 horas. El presidente de este organismo, Carlos Dívar, informó a los cuatro vocales de la comisión permanente que estudian la petición de Garzón, que ha pedido una excedencia por servicios especiales para trasladarse a La Haya. Inmediatamente, siete vocales conservadores solicitaron la celebración de un pleno extraordinario para echar cuanto antes a Garzón de su despacho. En el caso de que el Poder Judicial suspenda a Garzón, la comisión permanente dejará en suspenso la petición del juez, ya que solo se puede conceder una excedencia si el magistrado está en activo.