El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó ayer su participación la XIV Cumbre de la Unión Africana, a la que fue invitado en su condición de presidente de turno de la UE, para recordar que el plan de austeridad presentado el viernes por el Gobierno no afectará a las partidas destinadas a la ayuda solidaria. En un acto posterior a la cumbre en el que coincidió con cooperantes españoles, Zapatero les dijo que quiere convertir a España en el "país europeo mejor visto por los africanos" y les aseguró que la ayuda al desarrollo "no se toca", a pesar de las "graves dificultades económicas" por las que pasa el país (al igual que sucederá con el gasto social y los fondos destinados a inversión, desarrollo e investigación).

El jefe del Ejecutivo español, el primero que visita oficialmente Etiopía, avanzó su objetivo de abrir una nueva etapa con Africa en la que este continente sienta a España como el país que le es "más cercano". Y para ello, según señaló, el "espectacular" incremento de la cooperación oficial al desarrollo es la mejor bandera. Rodríguez Zapatero aseguró que hay pocas tareas del Gobierno de las que se pueda sentir tan satisfecho como de haber incrementado la ayuda solidaria, y hacerlo "en épocas de bonanza y de dificultad".

En su nuevo discurso de reconocimiento de la dureza de la crisis, dejó claro que por "muchas dificultades" que España tenga como país, hay "millones y millones de seres humanos que cada día no tienen ninguna esperanza". En su discurso ante los participantes reunidos en la cumbre, Zapatero quiso hacer referencia a la lucha contra la piratería en el océano Indico y solicitó a los gobernantes de estos países que sean más "contundentes" para hacer frente a este problema. El presidente español, que fue presentado por el líder libio Muamar Al Gadafi como "un buen amigo de Africa", alertó de la situación de países como Somalia, donde "se crea el caldo de cultivo para los peores comportamientos que destruyen la convivencia, y que cierran puertas a generaciones". Zapatero insistió en la nueva estrategia "preventiva", impulsada desde la operación internacional Atalanta, de control de los puertos en los que se forma y recluta a los piratas que secuestran barcos como el atunero vasco Alakrana .

ESPAÑOLES SECUESTRADOS El líder socialista no hizo referencia en el discurso al secuestro que sufren tres cooperantes españoles desde hace dos meses, ni tampoco pudo reunirse con los presidentes de Mauritania, donde fueron atacados los cooperantes, ni de Malí, donde se sospecha que se encuentran retenidos, al no estar ninguno de los dos presentes. En su lugar, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se entrevistó con sus homólogos de Mauritania, Naha Mint Muknas, y de Malí, Moctar Ouane. "Siguen trabajando", se limitó a señalar Moratinos tras esos encuentros.

El ministro maliense tampoco quiso comentar la situación, ni las supuestas reivindicaciones de los secuestradores y se limitó a afirmar que su Gobierno sigue cooperando con España y otros países para intentar liberarlos "lo antes posible".