Una de las reclamaciones más repetidas en el comité federal del PSOE del sábado sobre el debate abierto para reformar las pensiones fue la de recurrir a la "pedagogía" para explicar al electorado del partido, y a la sociedad en general, la propuesta lanzada por el Gobierno al pacto de Toledo. A ello se dedicó la ejecutiva socialista ayer mismo mediante una primera ofensiva que se centró en justificar la decisión de abrir ahora el melón en la presunta autoridad que les confiere su defensa histórica de la Seguridad Social.

En un acto convocado en la sede central del partido en Ferraz, miembros de la cúpula del PSOE coincidieron con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ausente hasta ese momento del debate en la capital, en arrogarse la iniciativa al formar parte del ADN socialista.

"Nosotros abordamos la reforma de la Seguridad Social tras la dictadura, que ahora permite que esta haya cerrado el 2009 con superávit. Nosotros impulsamos el pacto de Toledo en 1995 y ahora nos toca garantizar el futuro del sistema para los próximos 30 años", dijo Octavio Granado, secretario de política económica y empleo del partido.

Un mensaje con un doble objetivo. Convencer a las voces críticas dentro del PSOE que alertan del peligro de un choque con los sindicatos y las bases obreras, y seguir fomentando un debate con repercusiones reales a largo plazo que ayude a desviar la atención sobre el verdadero problema actual: el paro.

DIALOGO SIN PRISAS Corbacho se entregó también a esa estrategia y no mencionó ni una vez la reforma laboral que aprobará el Ejecutivo este viernes. Por el contrario, aseguró que la Seguridad Social goza de una "salud de hierro", que ejemplificó en los 8.500 millones de euros de superávit con los que cerró el pasado ejercicio y los 60.000 millones del fondo de reserva. "Gracias a ello, ahora no nos acucia el tiempo y podemos debatir la reforma de las pensiones con la tranquilidad necesaria para lograr el consenso", dijo.

El ministro reclamó a los agentes sociales y al resto de partidos "más aportaciones y menos críticas". "Estamos cumpliendo con un requerimiento que nos hizo el año pasado el Congreso y el Senado, al que hemos aportado nuestra propuesta para abrir un debate que empieza a partir de ahora", añadió.

RETIRO ANTICIPADO Corbacho insistió en destacar del documento del Ejecutivo, al margen de la ampliación de la edad de la jubilación a los 67 años, el compromiso de "acabar con la cultura de la jubilación anticipada" y la revisión del proceso por sectores profesionales. "No es lo mismo trabajar en un andamio que ser profesor", explicó en referencia a los diferentes criterios para regular la edad del retiro.

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, incidió en esa dirección y criticó en su blog el aumento de las jubilaciones "cada vez más tempranas". "Enviar a casa a trabajadores de poco más de 50 años está fuera de la realidad y del sentido común", aseguró. Blanco confió en el efecto positivo de la propuesta del Gobierno "para las próximas generaciones", y también "para las próximas elecciones".

Por otro lado, la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, se preguntó "qué no dirán" en el PP sobre sus "adversarios políticos y de los ciudadanos que no piensan como ellos" después de escuchar "lo que se dicen los unos a los otros". Pajín se refería de esa manera a la conversación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, captada el viernes por un micrófono que debería haber estado cerrado. En la conversación, Aguirre expresó su alegría por dar un puesto en Caja Madrid a IU quitándoselo así "al hijoputa ".