El ex presidente del Gobierno Felipe González se erigió ayer en defensor del Estatuto de Cataluña. El político socialista consideró inoportuno que el Tribunal Constitucional (TC) pueda enmendar aquello que el pueblo aprobó en referendo. González avaló así la legitimidad de la Carta autonómica, ya que, dijo, ha superado los filtros legales.

"Me preocupa que nos hayamos metido en un lío que haya hecho que un proceso pase por el Parlament, se corrija para adaptarlo a la legalidad y a los intereses nacionales en el Parlamento español, se lleve a referendo y ahora estemos ante la incertidumbre de qué va a decir el TC", señaló González, quien concluyó que se está metiendo a la justicia en un "lío" que "no le toca". Esta opinión se incluía en una reflexión en la que alertaba de la excesiva "dependencia" de la política respecto a la justicia.