La investigación de la Guardia Civil sobre los sucesos de esta madrugada en Leitza (Navarra), donde un agente ha resultado herido de bala, acumula cada vez más indicios que hacen descartar la hipótesis del atentado, han informado fuentes de la lucha antiterrorista.

Aunque la investigación continúa abierta, toma fuerza la posibilidad de que se trate de un montaje creado por el propio agente ya que se ha constatado que la munición encontrada en el lugar de los hechos es la habitual en la Guardia Civil y no en ETA, según las mismas fuentes.

El artefacto localizado con la luz del día a 100 metros de la casa cuartel es un tubo de PVC que trata de simular un lanzagranadas y no cuenta con ninguno de los dispositivos que suelen contener estas armas.

Las mismas fuentes han confirmado que el disparo recibido por el agente fue efectuado a tan solo un metro de distancia y que el tiro detectado en su chaleco antibalas no le ha dejado en el tórax el inevitable hematoma que produce este tipo de impactos.

Evolución positiva

El agente sufre una herida de bala en el antebrazo izquierdo y permanece ingresado en el Hospital de Navarra en un estado "menos grave" tras la operación quirúrgica a la que ha sido sometido por una fractura de cúbito. El director médico del centro hospitalario ha asegurado que "su estado es favorable y la evolución será positiva".

El guardia civil llegó "consciente y en buen estado de salud" al centro hospitalario, con una herida con orificio de entrada y de salida en el antebrazo izquierdo. Se le apreció una fractura de cúbito izquierdo. El director médico del Hospital de Navarra ha explicado que el agente ha sido operado para hacer la limpieza y las primeras curas en la zona afectada.

Destinado dos veces a Leitza

El agente herido se llama Salvador Menéndez, nació en Málaga y tiene 34 años, según han informado fuentes próximas al agente, que han precisado que hacía poco tiempo que había sido destinado a la Leitza procedente de Galicia aunque ya había servido anteriormente en la citada localidad navarra.

Salvador Menéndez se encontraba en Leitza cuando en el año 2002 ETA asesinó a un compañero al que le explotó una bomba colocada junto a una pancarta. El agente está casado y no tiene hijos. Su familia reside en Málaga, aunque al conocer la noticia han decidido desplazarse hasta Pamplona.