Mariano Rajoy ya tenía ganas de participar en un debate que no girara en torno al caso Gürtel : vio cumplido su deseo ayer, en el Congreso, donde defendió la enmienda a la totalidad de su grupo a los presupuestos para el 2010, unas cuentas que cree una "chapuza" porque, a su entender, "disfrazan la realidad, maltratan la economía y perjudican a los españoles", convirtiéndose en "letales" para trabajadores y clases medias, dada la subida de impuestos que encierran.

Rajoy --arengado constantemente por sus predispuestos diputados--, coincidió con CiU, ERC, ICV y el resto de grupos que rechazan los presupuestos en acusar al Gobierno de estar desnortado. Lo que diferenció al dirigente popular de otros portavoces es que él olvidó, en varias ocasiones, que su interlocutora era la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y no el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, a quien hizo único responsable de cuanto ocurre en el panorama económico español. "Señora vicepresidenta... o mejor dicho, señor presidente: tiene que retirar esta chapuza letal para las clases medias y los trabajadores", llegó a decir. Más tarde, Salgado le haría notar su enfado por lo que consideró una "falta de respeto".

ERRORES DE CALCULO En este contexto, Rajoy señaló que el Gobierno se equivoca una vez más en las previsiones presupuestarias y, por tanto, genera desconfianza. "Hace 10 meses, sostenían que la destrucción de empleo este año sería menor de 100.000 puestos de trabajo a tiempo completo. Ahora, su propia estimación habla de 1.120.000 empleos destruidos. Solo se han equivocado en el 1.026 por ciento", ironizó.

Asimismo, se quejó de que esos errores de cálculo hayan fomentado la "asfixia" de comunidades y ayuntamientos, "que se encuentran con que sus ingresos son muy inferiores a lo previsto". A esto hay que añadir, según Rajoy, que los socialistas han decidido tirar de política fiscal (léase subida de impuestos) pese a tener a más de cuatro millones de parados.

Recuperó la palabra Salgado y le dijo a Rajoy que era "previsible" --calificativo que el líder popular se tomó como un piropo político-- y agregó que él también falló en sus previsiones, como demuestra su programa electoral. ¿Y qué haría usted si algún día vuelve a gobernar? ¿Abaratar el despido? A Rajoy le molestó este comentario y, en la contrarréplica, aseveró que fue el PSOE de Felipe González, y no el PP, el que aprobó dos decretos en este sentido. No obstante, el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, admitió horas antes en la SER que su partido aboga por un nuevo tipo de contrato laboral. Eso conllevaría un despido más barato.

Terminado el rifirrafe entre Salgado y Rajoy, el presidente Zapatero comentó en los pasillos del Congreso que había visto al presidente del PP falto de ideas, previsible y reiterativo. Los diputados populares le achacaban lo mismo a Salgado.