El Gobierno vasco rebajó ayer el tono de las críticas al PNV por su participación en la marcha del sábado en San Sebastián contra las detenciones de dirigentes radicales. La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, se apresuró a reconocer el carácter "claramente democrático" del partido que preside Iñigo Urkullu, aunque subrayó la necesidad de que esta formación dilucide la "incoherencia" que supone desfilar junto a quienes hoy no condenan a ETA.

Y es que pese a que el lendakari, Patxi López, consideró el sábado "inaceptable" la decisión del PNV de compartir espacio con los que apoyan la violencia, en el PSE se ha valorado como un exceso que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, insista en considerar que la presencia de los peneuvistas en la marcha supone un apoyo a la estrategia de ETA.

UNA EQUIVOCACION Los socialistas vascos no dudan de que el PNV "se ha equivocado" en la decisión, pero consideran incuestionable que los nacionalistas rechazan la violencia y condenan el terrorismo etarra. Además, el PSE no comparte con el PP que la participación del PNV en la marcha exija congelar las relaciones con la formación de Urkullu ni romperlas. Es más, los socialistas vascos reconocen tener casi ultimado un acuerdo con el PNV para garantizar la estabilidad presupuestaria en las instituciones vascas y, sobre todo, en las diputaciones forales que ahora dirige en minoría el PNV.

Los populares vascos no están entusiasmados con ese entendimiento. Su presidente, Antonio Basagoiti, pidió ayer al PSE que, ante lo sucedido el fin de semana, no "resucite" al partido de Urkullu dándole protagonismo en un acuerdo presupuestario. El PP considera que el lendakari no necesita de los peneuvistas para aprobar los cuentas vascas y que apoyar a los nacionalistas en las diputaciones supondría tenderles la mano después de que haya dado "el mayor golpe a la deslegitimación de ETA".

HOMENAJE A PUELLES Por su parte, las víctimas del terrorismo fueron ayer severas al censurar la actitud del PNV. Josu Puelles, hermano del inspector de policía asesinado el pasado 19 de junio en Bilbao, se quejó por la mañana de una decisión que no entiende. La familia de Eduardo Puelles se concentró para recordar que hace cuatro meses que ETA lo asesinó.