El Gobierno ha cedido a la petición de EEUU de enviar más tropas a Afganistán, un país que la Administración norteamericana ha colocado en el epicentro de su política exterior y de defensa. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en una entrevista con el diario The New York Times que está dispuesto a aumentar de manera permanente el número de 780 soldados que están desplegados en el país asiático.

"Este Gobierno no es partidario, y no lo va a ser, de ampliar el contingente. Mantengo este principio que ya expresé en la legislatura pasada". Zapatero hablaba con esa rotundidad hace tres meses en la cumbre de la OTAN en Estrasburgo (Francia), donde EEUU pidió a sus aliados, sin éxito, un mayor compromiso en Afganistán. Sin embargo, esta semana, primero la ministra de Defensa, Carme Chacón, en Kabul, y después el presidente han empezado a defender el refuerzo de tropas, no solo durante las elecciones, el 20 de agosto, sino también después de los comicios. El Ejército ha enviado 532 militares más para velar por la seguridad, para que los afganos ejerzan su derecho al voto en las provincias de Herat y Badghis, bajo responsabilidad española.

PETICION AL PARLAMENTO La entrevista con el diario estadounidense no recoge ningún argumento del porqué del cambio de opinión del presidente del Gobierno. Chacón, en Catalunya Radio, se limitó a decir ayer que si, tras las elecciones, "las condiciones de seguridad hacen necesario un aumento determinado del contingente de manera estable", acudirá al Parlamento para solicitar oficialmente el aumento de tropas. En todo caso, añadió la ministra, el batallón electoral volvería a España y se enviaría a un "contingente nuevo".

La titular de Defensa puntualizó que está dispuesta a hacerlo para reforzar la seguridad "de las tropas, del territorio y de los cooperantes". La Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), dependiente del Ministerio de Exteriores, tiene a una decena de personas organizando la reconstrucción de la zona bajo control del Ejército español. Varios de esos cooperantes denunciaron en junio, bajo la petición de anonimato, que la falta de protección por la escasez de tropas dificultaba sus movimientos.

Según fuentes de Exteriores, el departamento que dirige Miguel Angel Moratinos pidió en varias ocasiones en los últimos meses que se desplegaran más tropas en Herat y Baghdis para cumplir los objetivos que se marcó el Gobierno: "Construcción de infraestructuras de tipo sanitario, de tipo educativo, carreteras, canalización de aguas y redes de tendido eléctrico".

La estrategia que el presidente de EEUU, Barack Obama, puso en marcha al llegar a la Casa Blanca coincide con la que desde el principio ha defendido el Ejecutivo español, que ha insistido en la necesidad de "avanzar en el proceso de afganización".

TAMBIEN EL REINO UNIDO Sin embargo, el poder de los talibanes y la temible extensión del conflicto a Pakistán no ha permitido avanzar solo en esa estrategia civil y ha obligado a EEUU a mantener la estrategia militar. Obama acudió a la cumbre de la OTAN de abril con la petición de más tropas, pero los aliados no respondieron. Ahora, ha vuelto a insistir y el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, comunicó la semana pasada que enviaría a más militares después de una conversación con Obama y de que el Ejército británico sufriera 15 bajas en diez días.