La Audiencia Nacional condenó ayer a 35 años de prisión a Javier Abaunza, un ex integrante del comando Madrid de ETA, como autor del asesinato a tiros del magistrado del Tribunal Supremo Rafael Martínez Emperador, el 10 de febrero de 1997. Sin embargo, no ha quedado acreditado si fue Abaunza u otro miembro de la banda que le acompañaba quien disparó.

El alto tribunal considera que, "al margen de que fuera el acusado o el acompañante el que disparó el arma", ambos tuvieron un "codominio del hecho" criminal porque "todos están unidos en un proyecto común", el de ETA. Lo que sí ha quedado probado es que fue Abaunza el que abordó a Martínez Emperador cuando este iba a abrir la puerta de su casa tras finalizar su jornada laboral. La sentencia también condena al etarra a pagar una indemnización de 900.000 euros.