Luis Bárcenas quería declarar ante el Tribunal Supremo (TS), que investiga desde hace meses su presunta implicación en el caso Gürtel , y la semana que viene podrá hacerlo. Pero la citación decidida ayer por el juez que instruye la causa por la trama de corrupción solo sirvió para atizar aún más la presión sobre el líder del PP, Mariano Rajoy, criticado desde dentro y fuera de su partido por su indecisión a la hora de desvincularse del tesorero y senador del PP.

El magistrado del Supremo Francisco Monterde citó para el próximo miércoles a Bárcenas, y para un día después al diputado popular por Segovia, Jesús Merino, para que declaren en calidad de imputados "provisionales" por los delitos de cohecho y contra la Hacienda pública. El Supremo admite así la petición de ambos aforados de declarar voluntariamente, sin necesidad de que el alto Tribunal solicite el suplicatorio a las Cortes.

SECRETO DE LAS ACTUACIONES Según las investigaciones del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, antes de inhibirse a favor de los Tribunales Superiores de Madrid y Valencia, Bárcenas habría recibido de la trama liderada por Francisco Correa más de 1.353.000 euros y Merino, 230.000 euros.

El Supremo, en el auto en el que acordó asumir dicha investigación indicaba que existen indicios "suficientes" para investigarlos a ambos. Monterde declaró ayer el secreto de las actuaciones, como le había pedido el fiscal, por 30 días para todas las partes personadas, a excepción del Ministerio Fiscal.

Ante todo ello, el PSOE echó más leña al fuego y el responsable de Política Municipal del partido, Antonio Hernando, preguntó a Rajoy si, tras la imputación provisional, va a seguir "sacando pecho y dando la cara" por Bárcenas. "A estas alturas, todo el mundo se pregunta hasta cuándo durará el pacto de no agresión entre ambos", añadió. Hernando instó al líder de la oposición a aclarar si tiene "la misma opinión del Tribunal Supremo que del juez Garzón", visto que "ambos órganos judiciales piensan que Bárcenas es sospechoso de haber cometido graves delitos". La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, instó a los populares a encontrar "un punto medio entre el manto de silencio y la descalificación a los jueces". De la Vega le pidió a Rajoy que dé "explicaciones a los ciudadanos" sobre por qué mantiene en el cargo a dirigentes imputados, una responsabilidad que le corresponde "exclusivamente".

La cúpula del PP y el propio Bárcenas coincidieron en valorar la citación de forma "satisfactoria", ya que ello permitirá al senador "demostrar su inocencia". Rajoy aprovechó su visita a la escuela de verano que organiza el partido en Roquetas de Mar (Almería) para pedir a los suyos que ningún "ruido" puede convertirse en distracción.