Las autoridades sanitarias españolas autorizaron hoy los dos primeros trasplantes de cara que se llevarán a cabo en España, informaron a Efe fuentes del Ministerio de Sanidad.

Las peticiones para llevar a cabo estos trasplantes fueron solicitadas por el hospital de La Fe, de Valencia (este de España), y el Virgen del Rocío, de Sevilla (sur).

La decisión se adoptó en una reunión celebrada mediante "teleconferencia" destinada a garantizar la calidad y la seguridad del proceso y agilizar los trámites para que los dos pacientes candidatos a recibir un trasplante de cara se puedan beneficiar "cuanto antes" de esta técnica.

Los dos hospitales que han pedido la autorización cuentan ya con la autorización administrativa de las autoridades regionales correspondientes.

El cirujano Pedro Cavadas, del Hospital La Fe de Valencia, aseguró que la autorización decidida por la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud era "un paso lógico" y que ahora habrá que esperar un donante para poder llevar a cabo la intervención.

"Todo se ha cumplido según se esperaba", dijo Cavadas, cuyo equipo será el encargado de acometer la intervención quirúrgica en el Hospital La Fe de Valencia.

El cirujano valenciano explicó que tiene dos candidatos para recibir el trasplante de cara, un hombre y una mujer, aunque no facilitó más datos sobre estos pacientes.

El trasplante de cara es una técnica "experimental", por lo que la ley exige un informe previo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para cada caso concreto, que se discute en el seno de la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, indicaron las fuentes.

Según el Ministerio español de Sanidad, hasta ahora sólo se han llevado a cabo siete trasplantes de cara en todo el mundo: cuatro en Francia, dos en Estados Unidos y uno en China.

La página web www.pedrocavadas.com explica que el trasplante facial estaría indicado para pacientes que "no tienen cara", casos extremos que son consecuencia de traumatismos muy graves y secuelas de quemaduras.