José Luis Rodríguez Zapatero ha dado hoy en el Congreso nuevas muestras de su optimismo antropológico, porque además de asegurar al líder del PP, Mariano Rajoy, que "lo más duro" de la crisis ha pasado ya, ha argumentado que gracias al PSOE baja la presión fiscal aunque acaben de subir la gasolina y el tabaco.

En la sesión de control al Gobierno, Rajoy ha dirigido su pregunta a la línea de flotación de la gestión del Ejecutivo socialista, esto es, a sus medidas contra la crisis económica.

Cinco días después de las elecciones europeas, el Gobierno ha subido los impuestos que gravan el gasóleo, la gasolina, los cigarrillos y también los puros a los que tan aficionado es el líder de la oposición, que parece sentirse muy engañado.

"Un engaño más", ha dicho, el cometido por PSOE cuando durante la campaña electoral hablaba de "brotes verdes" y recuperación y ahora invita a automovilistas y fumadores a rascarse más el bolsillo.

De hecho, en su interpelación al presidente le ha planteado si "ahora que no hay elecciones" los socialistas "van a comenzar a decir la verdad".

Pues demagogia es lo que para Rodríguez Zapatero esconde esta pregunta, porque según sus cálculos la actual presión fiscal, del 32,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) es la más baja desde 1995, gracias a la reducción del IRPF y del impuesto de sociedades o a la supresión del impuesto de patrimonio.

Aunque desde el lunes a Rajoy le cuesten más caros los puros, el presidente lo tiene claro: "La realidad es que la presión fiscal es menor que cuando ustedes salieron del Gobierno y lo demás es pura demagogia", ha remachado desde su escaño.

Además, ha recordado que el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, utilizaba cuando era ministro el eufemismo "actualización" para justificar las subidas de impuestos del PP.

Y para mentirosos, el jefe del Gobierno ha encontrado dos organismos internacionales a los que ponerles nariz de Pinocho, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, que por haber cambiado cinco veces sus previsiones económicas en el último año serían unos "mentirosos compulsivos" en buen razonamiento del PP.

Dicho lo cual, ha esgrimido su propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, que es la definición que el diccionario hace del optimismo: "El Gobierno considera que lo más duro de la crisis ha pasado ya".

Incluso ha fechado la recuperación para el 2010 y ha augurado "crecimiento positivo" en el 11, a lo que una diputada del PP ha replicado escéptica, en voz alta: "¡Bueno, bueno..!"

Segundo turno de Rajoy

En su segundo turno, Mariano Rajoy ha atribuido la disminución de la presión fiscal a la reducción de la actividad económica y la menor recaudación, y se ha buscado como aliado a MAFO (Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España) para reclamar un cambio de rumbo.

"Ya que no me hace caso a mí, hágale al gobernador del Banco de España y a todo aquel que le pide que cambie la política económica", le ha aconsejado.

Y antes de cosechar el aplauso final de los suyos, le ha lanzado una advertencia: "Así va usted muy mal, señor presidente".

En los pocos segundos que le quedaban a Zapatero para replicar, apenas ha tenido tiempo para una rápida relación de los impuestos rebajados o suprimidos por el Gobierno.

Antes de terminar la sesión de control, el diputado Cristóbal Montoro se ha ofrecido a darle algunas lecciones de fiscalidad en "cuatro tardes" en La Moncloa; y todo, "por el bien de España".