La policía vasca no se ha librado de la acusación que sistemáticamente realizan los etarras detenidos y que consiste en denunciar que, en dependencias policiales, son torturados para que delaten a sus compañeros. Para demostrar la inocencia de sus miembros, la Ertzaintza envió el viernes tanto a la fiscalía de la Audiencia como a la del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco toda la documentación y materiales relacionados con la detención del presunto miembro de ETA Manex Castro, que fue quien tras su arresto, el 1 de marzo, denunció haber recibido golpes, empujones y amenazas.