Las prisas han traicionado al PP y a su responsable de Justicia, Federico Trillo, en su acoso al juez Baltasar Garzón a raíz de la investigación de la trama corrupta. La tan anunciada querella contra el juez por prevaricación, presentada el pasado miércoles, ha visto truncada de inicio la tramitación, y no por argucias judiciales, sino porque Trillo olvidó un aspecto esencial en todos estos asuntos. Precisamente el exministro, ariete de Mariano Rajoy contra el magistrado de la Audiencia Nacional, olvidó que requería de poderes notariales especiales para pleitos para interponer este tipo de querella ante el Tribunal Supremo, que le ha concedido cinco días para subsanar los "defectos de forma" detectados.