El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha asegurado hoy que no dimitirá porque tiene que trabajar por España y que gustoso pagará el precio que sea por las reformas que ha emprendido porque no está atado al cargo por "nada personal", sino por un proyecto que va a defender "hasta el final". "No dimito, claro que no dimito", ha recalcado Fernández Bermejo, cuyas palabras han sido aplaudidas por los parlamentarios socialistas, a los que al finalizar su intervención, en el pleno del Congreso, ha lanzado un beso con la mano.

Fernández Bermejo ha respondido así al diputado Juan José Matarí, quien le ha preguntado sobre los retrasos en la Justicia y ha pedido su dimisión al considerar que era el peor ministro de ese departamento de los últimos 30 años. También ha pedido la dimisión de Fernández Bermejo el portavoz en Justicia del PP, Federico Trillo, quien le ha aconsejado que adoptara esa decisión antes de que alguien "le cuelgue a usted como trofeo".