El Ejército de Tierra despidió ayer a los dos militares fallecidos el pasado jueves en Bosnia en un funeral castrense, en el que el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, les ha impuesto la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo.

La ceremonia fue oficiada en memoria del sargento Joaquín López Moreno y del teniente Santiago Hormigo Ledesma, aunque la familia del segundo declinó participar en ningún acto de tipo oficial y prefirió que las honras fúnebres se celebraran con carácter íntimo.

El número dos del Ministerio de Defensa y el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra, Virgilio Sañudo Alonso de Celis, presidieron la ceremonia en la base Coronel Maté de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra en Colmenar Viejo.

Los restos mortales del sargento fueron velados por sus familiares durante toda la noche en esta base militar, antes de que fueran trasladados, bajo los acordes de una marcha fúnebre, al hangar de la misma base, donde se ofició el funeral.

ENTREGA DE LA BANDERA El momento más emotivo de la ceremonia tuvo lugar cuando el secretario de Estado de Defensa entregó a la viuda del sargento fallecido la bandera que cubría su féretro, al que previamente había impuesto la condecoración. La bandera fue retirada por compañeros de su unidad, momentos después de que sonara el toque de oración mientras ocho soldados rendían homenaje con los estandartes de las distintas unidades de las Famet sobre el féretro.

En ese instante, se vivieron escenas de dolor y tristeza entre los padres y los familiares más cercanos del militar, que no tenía hijos, así como entre los más de cincuenta compañeros de su unidad, el Batallón de Helicópteros Ligeros de Ataque de Almagro, que viajaron a Madrid para despedirle. Al funeral asistieron numeriosas autoridades.

El teniente Santiago Hormigo Ledesma y el sargento Joaquín López Moreno, ambos de 32 años, perdieron la vida el pasado jueves junto a otros dos militares alemanes al estrellarse el helicóptero en que viajaban en las proximidades de la ciudad bosnia de Banja Luka.

La familia del teniente Santiago Hormigo expresó su malestar por el hecho de que, desde que terminó la autopsia y hasta después del funeral, no han podido disponer de su cadáver para trasladarlo a la localidad donde residía, Miguelturra (Ciudad Real) y de la falta de información oficial del Ministerio de Defensa.