El congreso del PP servirá para dotar al partido de una mayor democracia interna, después de los reproches surgidos desde varias agrupaciones, principalmente desde Madrid, y de los críticos de Mariano Rajoy. El presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, uno de los más estrechos colaboradores de Rajoy, anunció ayer que la Ponencia de Estatutos incluirá el sistema de listas abiertas para la elección de compromisarios. Esa es una de las principales "novedades" del proceso de negociación de las enmiendas presentadas a este texto, que los populares debatirán en el congreso de Valencia a partir del próximo viernes.

Núñez Feijóo, en una entrevista con Europa Press, consideró que esa fórmula permitirá modificar el sistema de listas cerradas y garantizará que los representantes congresuales serán "los más votados". El objetivo de la medida, según el dirigente del PP, es facilitar la participación de los afiliados que quieran elegir al presidente del partido. En esta línea, Núñez Feijóo se mostró partidario de que todos los militantes puedan votar a través de un sufragio "universal, libre, directo y secreto". La propuesta se complementa con otra que garantiza a cualquier candidato a la presidencia una "campaña real, con plazos concretos y en las mimas condiciones".

El resultado será, a pesar de las críticas que ha recibido Rajoy por parte del entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que el PP, tras el cónclave, tendrá "la mayor democracia, transparencia y participación interna" de las grandes formaciones políticas de España, a juicio de Núñez Feijóo. Otra de las cuestiones, que determinados dirigentes críticos quieren modificar, como el ex ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, es el comité autonómico del partido. Núñez Feijóo defiende su mantenimiento y asegura que será "un órgano con entidad propia, sin carácter consultivo ni de gobierno".

AGUIRRE, EN EL AIRE En ese debate precongresual destacó ayer la posición del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien, en una entrevista en El País , aseguró que no aspira a un puesto orgánico en el partido, y que ya tendrá un lugar en el comité ejecutivo. Respecto a Esperanza Aguirre, que almorzó el sábado con Rajoy, su lugar en la dirección permanece en el aire, porque los dos dirigentes no llegaron a ningún acuerdo.

Gallardón, en cualquier caso, abona las tesis de Rajoy y reitera que el PP "no puede presentar un proyecto anclado en el pasado" y que la victoria del PSOE se basó en la "percepción" de los ciudadanos de que los socialistas se identificaban con un "proyecto de futuro". Así, Gallardón pide para el PP "un partido aconfesional, pero no anticlerical".