La escasa incidencia y la proliferación de ataques de violencia callejera marcaron la jornada de huelga convocada ayer por la izquierda aberzale en Euskadi y Navarra contra la suspensión de ANV y EHAK y la detención de 14 dirigentes de Batasuna. La Ertzaintza detuvo a 24 personas, entre ellas dos policías municipales y un edil de ANV de Pasaia (Guipúzcoa), que intentaban cortar el tráfico. Las concentraciones que promovió el sindicato aberzale LAB se celebraron con clara tensión, pero en su desarrollo no se dieron desórdenes.

El amplísimo despliegue policial impidió desde primera hora que pequeños grupos de jóvenes lograsen colapsar las vías de comunicaciones. De hecho, las primeras detenciones en Bilbao se produjeron poco antes de las ocho, cuando cinco huelguistas se encadenaron a bidones para cortar el tráfico en un acceso clave a la autopista.

Uno de los bidones se les escapó y arrolló a un viandante, que fue trasladado al hospital con una fractura en la pierna, mientras la Ertzaintza detuvo a los individuos. Poco después, arrestó a otros dos sujetos que pretendían cortar la circulación del metro en Sestao (Vizcaya).

PERSIANAS BAJADAS Fueron las primeras escaramuzas de otras muchas que se prodigaron, sobre todo, en Guipúzcoa y Vizcaya, donde fue constante la acción de piquetes. En barrios de Bilbao y San Sebastián, así como en la comarca guipuzcoana del Goierri o la vizcaína de Busturialdea, lograron que el pequeño comercio y los bares bajasen persianas. Los avisos de los aberzales llegaron a ser personales, con visitas comercio a comercio.

Ningún gran centro de producción paró su actividad. La incidencia en el ámbito de la Administración no llegó al 4%. Sin embargo, el sindicato LAB aseguró que el seguimiento había sido "importante" y citó como ejemplos cuatro comarcas donde tradicionalmente ha tenido fuerza la izquierda aberzale.

Por otra parte, la policía francesa detuvo ayer a Unai Hernández, uno de los huidos del macrosumario contra el entramado mediático y económico de ETA.

Mientras, el Abogado del Estado ha pedido al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que avale la ilegalización de Batasuna. El Gobierno entiende que la fuerza ilegal ha intentado esquivar su disolución con otros partidos y agrupaciones.