Juan José Ibarretxe se convertirá en el primer lehendakari que tiene que sentarse en el banquillo de los acusados de un tribunal, donde estará acompañado por el líder del primer partido de la oposición en el País Vasco, el socialista Patxi López.

Ambos políticos, junto al secretario de Organización del PSE-EE, Rodolfo Ares, y los dirigentes de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi, Pernando Barrena, Juan José Petrikorena, Rufino Etxebarria y Olatz Dañobeitia serán juzgados por las reuniones que mantuvieron en 2006 durante el pasado alto el fuego de ETA, el 19 de abril y el 22 de enero en el caso de Ibarretxe y el 6 de julio en el de los dos responsables socialistas.

El juez instructor del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco Roberto Saiz ha notificado hoy la apertura del juicio oral contra todos ellos al considerar que hay "indicios racionales".

En la vista, el lehendakari y el resto de imputados se enfrentarán a las penas solicitadas por las acusaciones populares del Foro Ermua y Dignidad y Justicia por un delito de cooperación necesaria en el delito de desobediencia cometido por los dirigentes abertzales, ya que la fiscalía ha solicitado el sobreseimiento de la causa.

Así, el Foro Ermua ha solicitado dos años y nueve meses de cárcel para Ibarretxe y nueve meses para López y Ares, peticiones que en el caso de Dignidad y Justicia son de dos años de prisión para el lehendakari y de un año para los dirigentes socialistas. Ambas acusaciones reclaman también la inhabilitación para cargo público.

El Gobierno Vasco, a través de la portavoz Miren Azkarate, ha considerado que la apertura del juicio al lehendakari es un "hecho histórico de especial gravedad" y supone abrir "un juicio contra la sociedad vasca y su voluntad mayoritaria de alcanzar la paz".

Por su parte, la ejecutiva del PSE-EE se ha mostrado confiada en conseguir una sentencia absolutoria para López y Ares, que previamente volverán a pedir el archivo de la causa, porque su actuación respetó la legalidad al reunirse con Otegi, por la "obligación política" que tenían de "trabajar" para lograr la paz en el País Vasco.

Batasuna ha recordado al PNV y el PSE-EE que, por encima de los debates "interesados" sobre el procesamiento al lehendakari, López y Ares, está la "cruda realidad" de que los "únicos" encarcelados son los dirigentes de la izquierda abertzale y dudó de que Ibarretxe y los socialistas vayan a sufrir consecuencias penales.

El portavoz de la Ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu, ha anunciado que este partido responderá con "herramientas legítimas y democráticas" a "este avasallamiento", tras conocer un auto que ha considerado "político" y que "ahonda" en el "descrédito" de la Justicia.

El secretario de Organización de EA, Rafael Larreina, ha dicho que este partido se seguirá reuniendo con Batasuna porque "nuestra obligación es ejercer el diálogo político", mientras que el portavoz de Ezker Batua, Mikel Arana, ha calificado el auto de "atropello", "abuso de poder inadmisible" y "absurdo jurídico que responde a intereses y motivaciones de índole exclusivamente política".

La respuesta a estas críticas a la decisión del juez Roberto Saiz ha venido del portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, que ha considerado que el Gobierno vasco y los partidos que lo integran (PNV, EA y EB) han mostrado "tintes totalitarios" al cuestionar la apertura de juicio oral contra el lehendakari.

El portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Enrique López, y los vocales para el País Vasco Juan Pablo González y Javier Martínez Lázaro han pedido respeto a la decisión judicial.