Segundo asalto. El Gobierno intentó ayer evitar la pérdida de poder en el Tribunal Constitucional y recusó, por primera vez en democracia, a dos jueces conservadores para impedir que el PP se haga con el control del alto tribunal. El partido que lidera Mariano Rajoy ha impugnado ante el Constitucional la mayoría de las leyes aprobadas por el Gobierno de Zapatero.

La vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, defendió que la medida tiene carácter jurídico y rechazó que la decisión tenga un objetivo político. El Gobierno argumenta que pretende mantener la imparcialidad del más alto tribunal de la nación y que esta puede quedar en entredicho si Roberto García Calvo y Jorge Rodríguez Zapata participan en la deliberación del recurso presentado por el PP contra la ley que prorroga el mandato de la presidenta, María Emilia Casas, hasta que cese como jueza en el Constitucional. Esos jueces conservadores ya expresaron su rechazo a esa norma en una carta que remitieron a Casas en junio. Por ello, el abogado jefe del Estado, Joaquín de Fuentes, les acusa de haber "tomado postura de forma inequívoca, radical y rotunda" contra la ley. El Gobierno cree que la opinión de esos jueces "no fue fruto de error o descuido por distracción". Y la Abogacía del Estado afirma que esa posición es "un juicio meditado y expresado de forma contundente".

El Gobierno subraya que García Calvo y Rodríguez Zapata expresaron su opinión "en su condición de magistrados" y que hicieron un "juicio anticipado" sobre la constitucionalidad de la norma. Esa carta fue debatida por el Constitucional y rechazada por 10 votos a dos. El abogado del Estado recuerda que los jueces se negaron a analizar la misiva "para evitar contaminarse". Una actitud que, en su opinión, se saltaron García Calvo y Rodríguez Zapata con su carta.

La decisión no es baladí porque, de nuevo, puede alterar la composición del tribunal. Este organismo es el único en el que no se puede sustituir a los jueces cuando son recusados. En el debate de esos incidentes de recusación no podrán participar García Calvo ni Rodríguez Zapata. Por ello, lo más probable es que sean aceptados por cinco votos progresistas frente a tres conservadores. En ese caso, el recurso del PP contra la ley del Constitucional tendrá pocas posibilidades de prosperar porque se repetiría la votación. Todo para que Casas siga teniendo la llave para resolver a favor del Gobierno leyes tan importantes como el Estatuto catalán, la de igualdad y el matrimonio homosexual.