La paz en Euskadi está ligada como nunca al futuro de la izquierda aberzale. Las fuerzas de seguridad temen que, si Batasuna no logra presentarse a las próximas elecciones, ETA desencadene una ofensiva en forma de atentados, según expertos de la lucha antiterrorista consultados por este diario. De hecho, la banda ya se está preparando para ello: mantiene activos al menos dos comandos en España y hace unos días envió una remesa de cartas en las que exigía el pago del impuesto revolucionario.

Las fuerzas de seguridad son pesimistas y temen el peor desenlace del "alto el fuego permanente", que la banda dijo mantener vigente tras matar a dos ecuatorianos en Barajas. Eso sí, vaticinan que, aunque ETA vuelva a las armas, sus ataques no tendrían cuantitativa ni cualitativamente la misma virulencia que en épocas pasadas, ya que el acoso policial ha dejado bastante diezmada a la organización.

Aunque los expertos juzgan muy probable que ETA cometa nuevos atentados si Batasuna no pasa el filtro de la ley de partidos, no todos sus diagnósticos son coincidentes. Hay que tener en cuenta que el atentado del 30 de diciembre en Barajas despistó a las fuerzas de seguridad, por su magnitud y porque, después de tres años sin asesinatos, ETA rompía la tregua sin avisar.

"PAZ TENSA" Una de las fuentes policiales consultadas señala que en las últimas semanas se ha detectado una paralización de las actividades de la banda y los intercambios de mensajes entre sus miembros, a la espera de que Batasuna mueva ficha. Esta fuente define la situación como de "paz tensa". "Es como si estuviéramos ante la calma que precede a la tormenta", añade.

Sin embargo, un agente de la Guardia Civil con años de experiencia en la lucha anti-ETA afirma que la actividad de la banda en estos momentos es la "normal", y que su parálisis viene "forzada" por la actuación de las fuerzas de seguridad.

En su opinión, es muy probable que ETA emita en breve, este mismo fin de semana, un comunicado en el que lance un ultimátum al Gobierno, condicionando la continuidad de la tregua a que Batasuna pueda concurrir a las elecciones y a que los presos etarras sean acercados al País Vasco. Este agente cree que la banda no planteará en su escrito condiciones "poco factibles", como la autodeterminación o la anexión de Navarra.

En lo que coinciden todos los expertos es en que el jefe militar sigue siendo Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki . Sus lugartenientes pueden ser Aitzol Iriondo Yarza, alias Asier --ex integrante del comando Buruntza -- y Asier Eceiza, Gordo , miembro de un equipo que iba a atentar en Levante y fue descubierto por la policía. No obstante, algunas fuentes señalan que Eceiza no tiene tanto poder y solo dirige los grupos que están en la reserva. Según la declaración de Iker Aguirre Bernadal, detenido en Girona el pasado enero cuando viajaba a Valencia en busca de información para preparar una acción contra la Copa de América, Asier le llevó hasta Txeroki y el Gordo le dio cobijo. Además, la policía cree que en el frente militar ocupa un cargo relevante el histórico José Luis Eciolaza, Dienteputo , que puede haber vuelto de Cuba recientemente.

EQUIPO RENOVADO Junto a ellos, la policía sitúa a un renovado equipo de jóvenes procedentes de la kale borroka : Iurgi Medinueta Mintegi (24 años) e Iker Mendizabal Cubas y Aitor Zubillaga Zurutuza (30 años), responsables de los traslados a Francia. Además, se baraja que los responsables de los cursillos son Francisco Javier López Peña, Thierry , y Eneko Gogeascoetxea. Se calcula que ETA dispone de hasta 500 colaboradores. De ellos, unos 100, divididos en 15 comandos, estarían listos para para pasar a la acción si cae alguno de los grupos activos.