José Luis Rodríguez Zapatero afirmó ayer que el Gobierno "sabrá dar los pasos necesarios en cada momento" en el proceso de paz en el País Vasco. El presidente recalcó que serán unos pasos "firmes, no en falso", y se mostró convencido de que, a pesar de las dificultades, el trabajo que viene realizando el Ejecutivo por el final dialogado del terrorismo "arrojará frutos". Insistió, eso sí, en que el objetivo de alcanzar la paz requiere "tiempo, temple y tenacidad".

El presidente envió este mensaje de firmeza y optimismo a quienes, desde hace semanas, no cesan de reclamarle iniciativas para desatascar el proceso de paz y evitar la ruptura del alto el fuego de ETA, que algunos pronósticos sombríos ven inminente. Los destinatarios de las palabras de Zapatero eran, principalmente, sus aliados parlamentarios --ERC e IU-ICV-- y el Gobierno vasco, que no ocultan su impaciencia ante lo que consideran una actitud inmovilista de las partes.

REPROCHES Precisamente, el presidente hizo sus reflexiones a raíz de una pregunta del coordinador de IU-ICV, Gaspar Llamazares, en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados.

"¿Qué medidas piensa adoptar el Gobierno para impulsar el proceso de paz y dar con ello respuesta a la esperanza mayoritaria de los ciudadanos?", inquirió Llamazares, que achacó a la banda terrorista ETA la responsabilidad "exclusiva" del bloqueo del proceso, pero tampoco se olvidó del PP. Acusó a los conservadores de "anteponer sus intereses particulares al interés patriótico de los ciudadanos", una acusación que provocó las protestas de la bancada popular.

La respuesta de Zapatero pareció satisfacer al portavoz de IU, que aplaudió la intervención y renunció al turno de réplica. Fuentes de la Moncloa explicaron las palabras de Zapatero en el sentido de que el presidente del Gobierno pretende que cada paso que dé en el proceso sea irreversible.

Mucho menos receptivo estuvo Mariano Rajoy, que en su intervención reclamó una vez más al presidente que vuelva al pacto antiterrorista y aclare que no va a negociar con ETA o Batasuna. El líder del PP enfiló también su artillería contra el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. Acusó a la fiscalía que este dirige de actuar respecto a la banda terrorista según "la temperatura de eso que llaman proceso de paz", y lo instó a impedir que Batasuna se presente a las elecciones municipales del 2007.

El jefe del Ejecutivo defendió a Conde-Pumpido, de quien exaltó su trayectoria "ejemplar, impecable y brillante al servicio del Estado de derecho".

Respecto a la llamada para volver de nuevo al pacto antiterrorista, el presidente replicó a Rajoy: "Ya que usted me pide que vuelva a algún otro lado, vuelva usted adonde ha estado siempre la oposición ante ETA: apoyando al Gobierno. Esa es la vuelta que teníamos que ver".