Los jefes de gobierno de España y Alemania, José Luis Rodríguez Zapatero y Angela Merkel, respectivamente, proclamaron ayer su voluntad de aunar esfuerzos para dar un nuevo impulso al proceso constitucional europeo y sacar a la Unión Europea (UE) del bache en que se encuentra por el rechazo de varios países a la Carta Magna. Los dos mandatarios hicieron alarde del europeísmo de sus ejecutivos y de sus países como aval de sus deseos de abanderar esa nueva etapa en la que debería entrar la Unión.

Zapatero y Merkel celebraron una reunión seguida de una cena de trabajo en Berlín, en lo que constituyó su primer encuentro bilateral como gobernantes. En una breve conferencia de prensa, antes de pasar a compartir mesa, los dos líderes se esmeraron en exaltar el estado de las relaciones bilaterales y negaron que la polémica suscitada por los intentos de compra de Endesa por parte de la compañía eléctrica alemana E.ON, tras la OPA presentada por Gas Natural para hacerse con la eléctrica española, haya afectado las relaciones entre ambos países.

ATOLLADERO INSTITUCIONAL "Las relaciones son muy buenas, muy intensas, y las seguiremos reforzando", afirmó Merkel. Recordó que los dos países se encuentran entre los que con más entusiasmo aprobaron la Constitución Europea --España, en referendo; Alemania, por vía parlamentaria-- y dijo que esa circunstancia es "muy importante" para sacar a Europa del atolladero institucional en el que se halla.

También destacó Merkel el papel que desarrolla el presidente español en el Proceso de Barcelona y le garantizó todo su apoyo para seguir avanzando en ese camino "estratégico" de aproximación de Europa con la orilla sur del Mediterráneo.

ELOGIOS Zapatero se deshizo en elogios a Alemania delante de su anfitriona. Dijo que que "la palabra de Alemania es fundamental para España en el concierto europeo", por ser el país más poblado y por haber contribuido "decisivamente" en el proceso de construcción de la nueva Europa. Recalcó que las relaciones con Berlín son "prioritarias" para España y compartió la voluntad de Merkel de seguir estrechando los lazos.

Incidió también en la idea de dar un renovado impulso al proceso constitucional europeo. "Mi Gobierno va a trabajar con la cancillera alemana para aprovechar la primera oportunidad para recuperar la voluntad europeísta", anunció.

Respecto a la crisis de Irán, los dos dirigentes se pronunciaron en favor de un esfuerzo "político y diplomático" para lograr que las autoridades iraníes "cumplan las reglas" de la comunidad internacional y abandonen su desafío nuclear.