El Rey no actuó mejor ni peor que todas las instituciones democráticas la noche del 23-F. Cumplió su papel en defensa de la democracia del mismo modo que las instituciones gubernamentales, parlamentarias autonómicas y municipales cumplieron el suyo. Así lo refleja la declaración aprobada ayer por el Congreso con la anuencia de todos los grupos sobre el 25º aniversario del golpe de Estado frustrado.

La declaración, que equipara el papel de la Corona con el de las demás instituciones democráticas, no estuvo exenta de polémica. Todo comenzó cuando, el martes, el líder de IU, Gaspar Llamazares, planteó en la Junta de Portavoces la conveniencia de realizar una declaración de apoyo a la democracia en el aniversario de la intentona golpista. El presidente de la Cámara, Manuel Marín, encargó la redacción del texto al vicepresidente tercero, Gabriel Cisneros, ponente constitucional y uno de los pocos que permanece en activo desde entonces.

BORRADOR CON OMISIONES El borrador elaborado por Cisneros atribuía al Rey el papel primordial de la desactivación del golpe y omitía toda referencia al comportamiento de los partidos políticos, los sindicatos, los gobiernos y asambleas autonómicas y los medios de comunicación. El portavoz de ERC, Joan Tard , y la diputada de EA, Begoña Lasagabaster, hicieron saber a Marín que no lo apoyarían.

En concreto, el borrador señalaba que "la carencia de cualquier atisbo de respaldo social a los golpistas y, sobre todo, la apelación del Rey a los españoles y su emplazamiento a los mandos de las Fuerzas Armadas para que se atuvieran al cumplimiento estricto de su obligación de garantizar la integridad del orden constitucional, bastaron para disuadir y frustrar la intentona golpista".

Llamazares, Tard , Lasagabaster y la socialista Teresa Cunillera sustituyeron ese párrafo por éste: "La carencia de cualquier atisbo de respaldo social a los golpistas, la actitud ejemplar de la ciudadanía, el comportamiento responsable de los partidos políticos y sindicatos, así como el de los medios de comunicación y, particularmente, el de las instituciones democráticas, tanto la encarnada por la Corona como por las instituciones gubernamentales, parlamentarias autonómicas y las municipales, bastaron para frustrar el golpe de Estado".

LAMENTO DEL PP Tard destacó la "conformidad" de todos los grupos, incluido el PP, con el planteamiento de "poner a todas las instituciones al mismo nivel". Pero tras la lectura de la declaración, a la que asistieron como invitados el ex ministro Carlos Solchaga y los entonces miembros de la Mesa Leopoldo Torres, Soledad Becerril, Miguel Angel Arredonda y el secretario general de la Cámara, Nicolás Pérez Serrano, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, lamentó que se haya equiparado el "papel decisivo" del Rey con el del resto de instituciones. "Nos parece ridículo que todavía haya grupos políticos que no se avengan a reconocer la evidencia de los hechos", dijo.