El final del mandato de Enrique Múgica como Defensor del Pueblo, el 15 de junio, pone de nuevo sobre el tapete la falta de entendimiento entre PSOE y PP en la elección de las vacantes institucionales que requieren el apoyo de dos tercios o tres quintos del Parlamento. Los conservadores reconocen que los contactos sobre nuevos nombramientos están "congelados", porque la situación actual les favorece tras la derrota del 14-M, pues la Defensora del Pueblo provisional será su ex diputada María Luisa Cava de Llano y mantendrán su mayoría en el Consejo de RTVE.

La falta de negociación sólo afecta al Defensor del Pueblo y a la renovación del Consejo de RTVE, ya que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no se cambiará hasta el 2006 y el nuevo Tribunal Constitucional fue elegido en junio del año pasado.

El PSOE se queja de que el PP está siendo "desleal" en todos los frentes. Como ejemplo, el portavoz socialista de Justicia, Alvaro Cuesta, recordó el caso de la vacante que dejó en el CGPJ el hoy ministro del Interior, José Antonio Alonso. "Siempre se ha respetado un principio no escrito de que el PSOE y el PP autorizan el nombramiento de un magistrado que le corresponda al otro, pero el PP ahora se niega", destacó Cuesta.

ACUERDO TACITO El Grupo Socialista también recuerda la ruptura de otro acuerdo tácito: la presidencia del Tribunal de Cuentas. PSOE y PP tenían un acuerdo no escrito por el que el presidente era propuesto por el partido gobernante, pero los conservadores rompieron ese pacto verbal y apoyaron, en noviembre del 2004, la continuidad del presidente anterior, Ubaldo Nieto.

Aunque Eduardo Zaplana, el portavoz del Grupo Popular, se limita a decir que el PSOE no le ha propuesto nada, otros responsables parlamentarios de su partido admiten que el PP se niega a discutir el nombre del sustituto de Múgica porque la ley establece que, tras cinco años de mandato, el Defensor del Pueblo tiene que cesar automáticamente y ser sustituido, con carácter provisional, por el primer adjunto. José Luis Rodríguez Zapatero apostó hace un año por nombrar a la ex ministra Carmen Alborch, actual presidenta de la Comisión Mixta del Congreso y Senado sobre la Mujer.

El PP quiere repetir la jugada de 1993, cuando se agotó el mandato de Alvaro Gil Robles y, por la falta de entendimiento con el PSOE, le sustituyó su adjunta, Margarita Retuerto, de orientación conservadora, que se mantuvo más de un año. Hasta que el PP propuso a Múgica, nombre al que el PSOE no pudo negarse dado que el candidato era socialista, pese a mantener diferencias sustanciales con la dirección del partido.

NUEVA PUGNA Otro frente en el que el PP se niega a negociar es el Consejo de RTVE, en el que sigue habiendo una mayoría conservadora, aunque ese grupo perdió a uno de sus seis representantes, la consejera Consuelo Alvarez de Toledo, que dimitió tras las elecciones del 14-M. Los socialistas exigen la renovación porque los consejeros deben cesar automáticamente tras las elecciones, pero el PP se niega a negociar los sustitutos.