El Gobierno desclasificó ayer varios documentos, entre ellos dos informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), para defender su "honorabilidad" y "demostrar" que no mintió al atribuir a ETA los atentados del 11-M. El Consejo de Ministros adoptó la insólita decisión en su primera sesión en funciones tras las elecciones del domingo, comicios que el PP perdió en medio de una ola de indignación ciudadana contra el Ejecutivo por su tratamiento informativo de la tragedia.

Los ministros del Interior, Angel Acebes, y portavoz, Eduardo Zaplana, presentaron con teatralidad ante la prensa los seis documentos que supuestamente prueban la "inocencia" del Gobierno. Los informes no justifican la obstinación con que el Ejecutivo primó, hasta el mismo día de los comicios, la hipótesis de la autoría de ETA frente a la del terrorismo islámico.

SIN MANIOBRAS PARTIDISTAS A las preguntas de los periodistas sobre las razones que motivaron la desclasificación, Zaplana negó cualquier maniobra partidista y adujo motivos de Estado. "No hay nada más importante para la seguridad y el prestigio de un Estado que los ciudadanos sepan que su Gobierno no miente", alegó el portavoz.

El ministro fue preguntado por qué no se han desclasificado los informes del CNI sobre la guerra de Irak o sobre el accidente del Yak-42, en que murieron 66 soldados españoles. "No hemos hablado de eso hoy, pero tomo buena nota de su interés, si eso puede ser un reclamación social extendida", dijo.

El documento más elocuente respecto a la autoría de ETA es un informe del CNI fechado el mismo día de la masacre, a las 15.51 horas. En él se da por "casi segura" la culpa de ETA y se sostiene que la banda terrorista buscaba la misma "gran convulsión" que produjo el asesinato del concejal del PP Miguel Angel Blanco, en 1997.

El otro informe del CNI, fechado el 12 de marzo, a las 16.04 horas, analiza la reivindicación de los atentados por Al Qaeda en un mail enviado al diario londinense Al Quds. El CNI considera "altamente probable" que el comunicado lo redactara alguien vinculado a la Jihad Internacional, aunque "carente del predicamento suficiente en la organización como para hablar en su nombre". Concluye que la reivindicación es "dudosa" .

Según el ministro Acebes, el CNI daba por segura la autoría de ETA en su primer informe, aunque los expertos añadieron por prudencia el término "casi". Alegó Acebes que su conocimiento sobre el desarrollo de las investigaciones le dio pie para culpar con rotundidad a la banda en su primera comparecencia de prensa el día 11.

Respecto al segundo informe del CNI, el titular de Interior argumentó ayer que en él se "descarta expresamente" la autoría del terrorismo islámico, cuando lo único que se hace es poner en tela de juicio la autenticidad del comunicado.

LA FURGONETA La mayor andanada de preguntas que soportó el ministro se refirieron al punto más polémico: por qué tardó casi 10 horas en anunciar el hallazgo de una furgoneta encontrada hacia las 10 de la mañana en Alcalá de Henares, en cuyo interior había explosivos y un casete en árabe con versículos del Corán.

Acebes alegó que la furgoneta fue sometida a una primera inspección en Alcalá por la policía científica local, y no se hallaron explosivos ni nada que llamase la atención. El vehículo, dijo, fue trasladado hacia las 14.15 al complejo policial de Canillas. Allí se procedió a una inspección más exhaustiva y se hallaron explosivos y la cinta en árabe. Según el ministro, hacia las seis de la tarde se consiguió traducir.

En su recuento, Acebes dice que compareció a las 20.20 horas para informar del hallazgo de la furgoneta y su contenido, y para anunciar que había ordenado oficialmente abrir una segunda línea de investigación. En realidad, lo que hizo fue insistir en la hipótesis de ETA y sólo habló de la furgoneta porque se lo preguntó un periodista.

De las inspecciones a la furgoneta no aportó el ministro actas oficiales, sino una cronología de los hechos elaborada ayer mismo por el subdirector general operativo de la policía, Pedro Díaz-Pintado. Este periódico tiene información fiable de que, ya en la primera inspección, los agentes advirtieron un casete con carátula en árabe.

LLAMADAS Tanto Acebes como Zaplana negaron que hubiera un empeño deliberado por intereses electorales en atribuir los atentados a ETA. El ministro portavoz fue preguntado por qué Aznar llamó en dos ocasiones a los directores de los medios para insistir en la culpa de ETA. "El presidente facilitó la información de que disponía", dijo.

Otro documento aportado por Acebes es el telegrama que Exteriores envió a las embajadas españolas el día de la masacre, a las 17.29 horas, en las que les proporciona la información "disponible". En realidad, el telegrama da por "confirmada" la autoría de ETA y exhorta a los embajadores a que se movilicen para difundir esta versión.