La portavoz del Gobierno municipal de Vigo, la socialista María Xosé Porteiro, anunció ayer una pronta solución de la crisis abierta con el BNG al admitir que el alcalde, Ventura Pérez Mariño, debe realizar algún "gesto" de acercamiento a los nacionalistas después de que éstos hayan exigido su dimisión para retomar el diálogo. La crisis de Vigo mantiene en suspenso los pactos locales que sostienen el PSOE y el BNG en toda Galicia.

Según fuentes socialistas, Mariño está dispuesto a hacer concesiones en el ámbito municipal para reconducir la situación, y así se lo hará saber hoy a los dirigentes del Bloque en una reunión. Sin embargo, no piensa dejar el cargo y se ve arropado por el sector duro del PSOE gallego.

EVITAR LA SUBIDA DEL PP

En rueda de prensa, Porteiro juzgó "imprescindible" restablecer el pacto para evitar que la ciudad se vea abocada a un gobierno del PP. Tras la ruptura del acuerdo --que se produjo tras el nombramiento de un responsable de urbanismo por parte de Pérez Mariño sin consulta previa con sus socios del BNG-- los socialistas han comprobado que el ayuntamiento vigués es ingobernable. En el último pleno, el BNG logró arrebatarle al PSOE tres asignaciones de dedicación exclusiva con el apoyo del PP.

En los últimos días, socialistas y nacionalistas han suavizando sus posiciones. Un alto cargo del PSOE gallego confesó ayer que el partido va a ser "generoso" y se lo va a poner "fácil" al Bloque para recomponer la situación. La oferta incluye, según este dirigente, "negociar todo, rebobinar lo que haga falta y rectificar los errores cometidos".