A CORUÑA. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, abandonó ayer por la tarde tarde el Hospital Juan Canalejo de A Coruña después de haberle sido implantado un marcapasos. Fraga aseguró que se sentía "muy bien y como nuevo". El presidente gallego tuvo que someterse a esta intervención tras detectársele una anomalía cardiaca en una inspección médica rutinaria.