Jaime Mayor Oreja advirtió ayer que, "evidentemente", el Gobierno planteará la suspensión de la autonomía vasca si se produce una "sucesión ininterrumpida de desafíos" por parte del nacionalismo. Esta amenaza del presidente del PP en la Cámara de Vitoria se contradice con declaraciones de otros importantes dirigentes de su partido.

El secretario general del PP y ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, descartó hace 15 días que el Gobierno se planteara recurrir a esta solución extrema. El lunes, otro dirigente del PP descartó que estuviera en la agenda del Gobierno, a pesar de que Aznar amenazara este domingo con utilizar la ley para frenar el plan soberanista del lendakari Juan José Ibarretxe.

El artículo 155 de la Constitución prevé que el Gobierno podrá proponer al Senado la suspensión de un Estatuto cuando la comunidad autónoma "atente gravemente contra el interés general de España".

"Las cosas hay que hacerlas una a una y no hay que presumir de lo que uno va a hacer ni forzar las circunstancias", dijo Mayor Oreja en una entrevista en la radio pública vasca. Proclamó que es el "nacionalismo vasco" el que debe "parar" y advirtió de que si no lo hace todos irán "al desfiladero" porque el Estado de derecho no puede "detenerse".

El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, reclamó inmediatamente al PP que deje de "calentar" el ambiente y abandone la política del "choque de patrias" con la que pretende comparecer ante el pueblo como "un héroe" ante la ciudadanía mientras los peneuvistas "juegan a ser víctimas".

"VOLUNTAD DEL PUEBLO"

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, censuró que el líder del Partido Popular en el País Vasco se ciña a su "discurso habitual de la amenaza y la confrontación" y enfatizó que el autogobierno vasco no es "una graciosa concesión del PP" sino la "voluntad de un pueblo", que lo eligió en un referendo.