En plena polémica sobre la seguridad en el transporte aéreo de los militares, ayer el ministro de Defensa, Federico Trillo, anuló su viaje a la capital afgana, Kabul, al no poder volar en uno de los Boeing-707 que usan la Familia Real y José María Aznar. Trillo renunció a acompañar al general Luis Alejandre Sintes, jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, que hoy volará desde Zaragoza hasta Afganistán en un C-130 Hércules, peor acondicionado que el avión de Aznar.

Al mediodía de ayer, un portavoz del Ministerio de Defensa anunció a Europa Press que Trillo viajaría hoy a Afganistán con el general Alejandre. Pasaron las horas y Defensa no emitió ningún desmentido oficial, hasta que el mismo portavoz negó haber confirmado la noticia, asegurando además que el viaje jamás figuró en la agenda del ministro.

Pero las fuentes consultadas por esta agencia apuntan que, al preparar el viaje de Trillo, Defensa pidió que pudiera usar uno de los Boeing-707 del Grupo 45, destinados al traslado de autoridades por ser los mejor acondicionados. Trillo quería asistir a la reunión del Consejo de Ministros, despegar en el Boeing-707 desde Torrejón (Madrid), dormir esta noche en Turquía y visitar mañana a los soldados enviados a Kabul, compañeros de los militares muertos en la tragedia aérea.

Pero la demanda de Defensa recibió una respuesta negativa: los Boeing-707 no estaban disponibles. Ello obligaba a Trillo a volar en un C-130 Hércules, mucho más lento que el avión de Aznar, carente de retrete y que en vez de asientos tiene unas cintas de lona asidas al fuselaje. Este contratiempo, junto al temor a que su visita agudizara el malestar de los soldados por las condiciones en que son transportados, llevó a Trillo a cancelar el viaje.