Maite Pagazaurtundua, hermana de la última víctima de la banda terrorista ETA, intervino ayer en la concentración organizada por la plataforma Basta Ya en la población de Andoain para denunciar a "los políticos de corazón de hielo", en alusión a los partidos firmantes del Pacto de Lizarra. Sin citarlos expresamente, les acusó de enviar "plañideras" a las manifestaciones "para guardar las formas", y les transmitió "el desprecio" de su familia.

En un verso que leyó en euskera y castellano, la militante de Basta Ya arremetió contra los asesinos y a continuación contra los "chivatos", los "falsos patriotas de corazón avieso" y quienes "dan a los locos un espacio repitiendo que existe un conflicto". Y pidió a la sociedad que castigue en las urnas a estos políticos.

La hermana del sargento de la Policía Municipal de Andoain destacó que en su familia es habitual realizar versos en euskera, y que en esta ocasión correspondía hacer uno de homenaje a su hermano. Tras leer la poesía que tenía preparada, acabó con un grito de "viva la libertad".

ROSA DIEZ ACUSA A ARZALLUZ

El acto se celebró frente al ayuntamiento, con la ikurriña a media asta pese a que está gobernado por la formación Batasuna. La socialista Rosa Díez, que pronunció las palabras más duras de la tarde, acusó al presidente del PNV de cobarde y afirmó que, "aunque no coja la pistola, si alguien la coge, Xabier Arzalluz es el responsable del asesinato".

Díez aseguró que se siente "amenazada" por Arzalluz, en respuesta a las palabras pronunciadas ayer mismo por el líder del Partido Nacionalista Vasco, en las que afirmaba que la plataforma Basta Ya es "el reverso de la moneda del radicalismo que hay en este país". La dirigente socialista repitió una vez más: "Me siento amenazada por Arzalluz, y quiero decir más, quiero que todos lo oigan: es un cobarde".

En las tres capitales vascas y en las ciudades de toda España se celebraron concentraciones de repulsa por el asesinato de Pagazaurtundua, que reunieron a miles de ciudadanos. Además, el Parlamento Europeo dedicó un minuto de silencio al fallecido.

En Barcelona, unas 500 personas se concentraron en la plaza de Sant Jaume, entre ellas el político norirlandés y premio Nobel de la Paz John Hume, que ayer se encontraba de visita en la capital catalana.