EL CONFLICTO VASCOINFOR

Los jefes ya no son históricos

Los jefes ya no son históricos

Los jefes ya no son históricos

Las fuerzas de seguridad españolas y francesas han desarticulado cuatro direcciones de los comandos de ETA desde el final de la tregua, dos de ellas en los últimos tres meses. Este hecho pone de relieve la creciente eficacia policial frente a una banda terrorista cada vez más débil pero con capacidad de matar.

UNA DIRECCION

DE EMERGENCIA

La captura, ayer, de la pareja compuesta por Ibón Fernández y Ainhoa García, considerados los sustitutos de Ainhoa Mujika y Juan Antonio Olarra al frente de los comandos de ETA es la cuarta desarticulación de la cúpula militar de la organización etarra desde 1999, año de la tregua que la banda terrorista aprovechó para captar y formar a nuevos pistoleros y cambiar sus métodos de actuación.

Fernández y García habían sustituido en octubre a Olarra y Mujika, que fueron detenidos el 16 de septiembre pasado en Telence, cerca de Burdeos. Los responsables de la lucha antiterrorista dijeron entonces que ETA trataría de buscar a la mayor brevedad a los sustitutos entre los jefes de los comandos fichados e incluidos en las listas de la Unión Europea y de Estados Unidos, como así ha sido.

Los detenidos ayer fueron la solución de emergencia para sustituir a Olarra y Mujika, quienes, a su vez se hicieron cargo de los comandos a raíz de la caída de Xabier García Gaztelu, Txapote .

LOS SANGUINARIOS

´TXAPOTE´ Y ´KANTAURI´

García Gaztelu, Txapote , había ordenado todos los atentados desde el final de la tregua, en diciembre de 1999 y había reclutado durante la tregua a más de 30 jovenes procedentes de la lucha callejera.

Si Olarra había sido el lugarteniente de Txapote , éste había llegado a la jefatura por su colaboración con José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri . Este fue arrestado el 9 de marzo de 1999 en París, durante el alto el fuego unilateral declarado por ETA para renovarse y rearmarse. Kantauri había ascendido a su vez a la dirección etarra en 1994. Se ocupó de los comandos ilegales (grupos de terroristas fichados), sustituyendo a Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería , quien pasó a formar parte del aparato político en el que estuvo hasta su detención en septiembre del 2000.

SIN DIRECCION PERO CON

200 ASPIRANTES A ENTRAR

Iñaki de Rentería se había puesto al frente de la dirección militar en el momento de mayor debilidad de ETA a raíz de la detención del colectivo Artapalo , el 29 de marzo de 1992, en Bidart (Francia). Su máximo dirigente, Francisco Múgica Garmendia, Pakito , había sido jefe de Gracia Arregi en los comandos especiales de la desaparecida ETA político-militar.

Al comparar la situación que ahora atraviesa la banda con la de hace diez años, responsables de Interior admiten que la debilidad actual es mayor porque se ha trabajado mucho para cortar las vías de apoyo político que representaba Batasuna y en fomentar el rechazo social.

El balance policial hispano-francés es, además, impresionante, con la detención de 56 supuestos etarras y colaboradores en Francia y 122 en España en el 2002, año en el que se ha dañado severamente la estructura logística al hallarse un arsenal de 1.250 kilos de explosivo y otro con 50 fusiles de asalto, 50.000 balas, 46 subfusiles ametralladores, 33 lanzagranadas, 30 cajas de granadas y material para explosivos.

No obstante, en la documentación incautada a Olarra y Mujika había cartas del interior de España que permiten suponer la existencia de células en Barcelona, Madrid, Zaragoza y el País Vasco.

En el 2001, ETA comenzó a recuperar a algunos veteranos escondidos en países latinoamericanos para dirigir los comandos, compuestos por jóvenes, cuya cantera se cifra en unos 200 en la actualidad.

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